Apenas 16 de 78 intendentes tienen sus nombres registrados en las calles
Apenas uno es peronista. Dos arterias importantes como Caronti y Casanova no aluden a los primeros intendentes nacidos en Bahía sino a sus padres.
Apenas 16 de las 78 personas que ocuparon el cargo de jefe comunal --entre intendentes electos y comisionados designados por decreto-- han sido reconocidas dando sus nombres a calles de la ciudad. Los últimos homenajeados fueron Federico Baeza y Martín Dithurbide.
Curiosamente un solo intendente peronista tiene calle y más por otros méritos (ver aparte), y en el caso de dos arterias importantes como Casanova y Caronti, que nacen en Estomba al 400 y 500, refieren a Eliseo y Felipe y no a sus hijos, Haroldo y Luis, los primeros bahienses en ocupar el puesto.
Que una calle lleve el nombre de determinada persona supone un homenaje, un aporte a mantener su memoria y un disparador que lleve a conocer su biografía. Es cierto también que la calle "cosifica", reduce a cosa a una persona, pero muchos nombres mantienen vigencia gracias a esa distinción.
En la ciudad, uno de los cargos más relevantes es el de intendente. La historia política argentina ha generado que el sillón de Bordeu --por ser Teófilo Bordeu su primer ocupante-- fuera asignado a 78 personas en los 131 años de vigencia de la ley orgánica, un promedio de 1,6 años por cada uno.
De ese total, apenas 16 han sido reconocidos con una calle, en muchos casos arterias alejadas del centro, ubicadas en nuevas urbanizaciones o de reducido recorrido. De 1983 hasta hoy seis hombres ocuparon el cargo, todos con vida, con lo cual no son incluidos en esta consideración porque por ordenanza municipal deben transcurrir cinco años del fallecimiento para ser considerados.
Distintos decretos del 2002 fueron los últimos en designar calles con nombres de jefes comunales. Fueron cuatro: Martín Dithurbide, Federico Baeza, Alejandro Pérez y Julio César Avanza. Los dos primeros intendentes electos, los dos últimos, comisionados.
Esta última figura fue habitual hasta la década del 80, con la interrupción del mandato democrático. De los cuatro solo Dithurbide, del partido demócrata, completó su mandato, entre 1936 y 1940. Fue el intendente al que intentaron matar --balearon su coche en calle Alsina-- y el fundador de la primera fábrica de aceite de oliva de la provincia.
Baeza debió dejar el cargo en 1966, con el golpe de estado de Juan Carlos Onganía, y su reemplazante, el militar Angel Benito, le dijo: "Se va por la puerta grande".
Pérez, médico y dirigente del Club Liniers, fue comisionado cuatro meses; Avanza --primer ministro de Educación de la Provincia-- apenas tres.