Duro informe de la cárcel local y orden de la justicia
Un “agravamiento ilegítimo” de las condiciones de detención de los presos de la cárcel de Villa Floresta se observó después de un amplio monitoreo realizado en los últimos meses, que derivó en una orden judicial -dictada el viernes- para mejorar las condiciones básicas del establecimiento.
El juez de Ejecución Penal Nº 1, doctor Claudio Brun, quien participó de los controles junto con personal de su juzgado, la Procuración y de la fiscalía local, dispuso diversas medidas que tendrán que ser cumplidas en diferentes plazos.
Se están afectando derechos de “jerarquía constitucional”, tales como “la integridad física y psíquica, la salud y la dignidad humana” de los presos.
“La situación de limpieza, desinsectación y desinfección no es compatible con las pautas legales de alojamiento de personas privadas de la libertad”, se estableció.
Advirtieron la presencia, en gran cantidad, de insectos (moscas, cucarachas, chinches), algunos que se alimentan con sangre y pueden transmitir enfermedades epidémicas.
En el edificio se detectaron “groseras” faltas de mantenimiento, con des- prendimiento de revoque, aberturas en mal estado, ausencia de vidrios e inodoros taponados. En algunos pabellones existen cables eléctricos sueltos, aunque la instalación general fue mejorada.
“No deja de observarse un riesgo en las instalaciones (cortocircuito) y/o para las personas (electrocución)”, se indicó.
También anotaron falta de provisión de agua fría y/o caliente en algunos sectores.
En cuanto a los vehículos, los dos móviles de traslado de larga distancia del Complejo Zona Sur están en Saavedra (a 120 kilómetros) y en nuestro medio solo queda un rodado oficial, con destino a sedes judiciales, y una ambulancia.
Luego del exhaustivo análisis, el juez Brun -quien se mostró preocupado porque desde la Defensoría oficial no participaron de los controles- resolvió ordenarle al ministro de Justicia bonaerense que en 180 días provea el parque automotor necesario para la unidad local y al director de Salud Penitenciaria del SPB que, en 15 días, regularice la provisión continua de medicamentos, en especial antinflamatorios y analgésicos. A su vez, que en 30 días se presente un médico de guardia las 24 horas (hoy no está todo el día) y que evalúe la posibilidad de incorporar licenciados en psicología y psiquiatría, que no existen.
Por otra parte, instó al director de la cárcel para que, en los próximos 60 días, se reparen duchas, canillas, sistema eléctrico, sector de comedor, fisuras en paredes y cielorraso, se destapen los sanitarios y se coloquen lámparas y vidrios faltantes, además de completar la provisión de colchones ignífugos y el mejoramiento del servicio de agua.
Además le pidió que arbitre los medios para lograr una “exhaustiva limpieza” del pabellón 7 y del centro de estimulación temprana Hogar de Madres, enfocado al sector de la cocina, duchas, heladera y freezer.
Finalmente, exhortó a las autoridades a profundizar actividades para garantizar a la totalidad de los reos el acceso a instrucción escolar formal, educación no formal y capacitación laboral, en particular a través de tareas que supongan una posible reinserción laboral. De este último punto se le giró oficio al titular de la Jefatura Distrital de Educación local, para ponerlo al tanto.