Una playa nudista
Hace 84 años, en febrero de 1933, la Subprefectura de Ingeniero White debió iniciar acciones en el balneario Atlántico de Ingeniero White, dada la cantidad de personas que se desvestían en la playa.
El balneario fue creado en 1930 por el vecino León Saulnier. Si bien desde muchos años antes el “instinto popular” congregaba en el lugar gran cantidad de asistentes, la construcción del muelle Nacional permitió disponer de la arena necesaria para generar una playa de calidad.
Saulnier cobraba una entrada y equipó al lugar con 400 casillas, servicio de bar, ropería, botiquín, duchas de agua dulce, aparatos de gimnasia, bancos y estacionamiento.
Pero una curiosa situación comenzó a inquietar a las familias. ¿Qué sucedía?: en las tres temporadas que llevaba, Saulnier no había logrado evitar que “infinidad de personas se desvistieran al aire libre”.
Por eso, elevó a las autoridades una foto aérea. “En ella puede verse --indicó-cómo se desvisten sobre la escollera de piedra, sin reparo de ninguna especie y a la vista de los concurrentes”. Explicó que la situación generaba un “ambiente de amoralidad perjudicial”, considerando “el número de familias ahuyentadas por ese espectáculo poco edificante”.
El concesionario pidió se aplicara la reglamentación provincial que impedía el ingreso en traje de baño si no era por las entradas habilitadas.
Pero la situación se tornó disparatada cuando la Subprefectura decidió, por propia iniciativa, tapar a quienes se quitaban la ropa sobre la escollera, sobre todo a las damas, prohibiendo el paso de gente.
Pronto hubo quejas y propuestas. Una de ellas sugería habilitar una playa “para el baño de las mujeres que se desvisten al aire libre”, resolviendo la “faz moral” con una “playa nudista femenina”.