Otra vez se quedó en las puertas de la gloria
Bahía Basket perdió la final ante Guaros, por 88 a 65. Es el mayor logro de la historia para un equipo de la ciudad.
Bahía Basket no pudo anoche equiparar el poderío del local y bicampeón Guaros de Lara, en la final de la Liga de Las Américas. El representante de nuestra ciudad, de meritoria actuación en el torneo continental, cayó por 88 a 65 en el partido que se desarrolló en Barquisimeto, Venezuela. El juego tuvo un quiebre decisivo en el tercer cuarto.
Con 1m33 para el final del partido, del colmado Domo Bolivariano bajó el “dale campeón, dale campeón…”.
Su gente festejaba por segunda temporada consecutiva el título de la Liga de las Américas. Era la décima edición y primera vez que un equipo lo gana consecutivamente.
Enfrente hubo un grupo de atrevidos talentosos y que llegaron a un lugar que muchos desean y sólo ellos consiguieron.
Los pibes de Bahía Basket también pueden sentirse campeones, a pesar del 88 a 65 final, que lo dejó con la sensación de vacío por haber podido jugar la final.
“Está claro que esto se va a valorar con el tiempo, cuando se haga un balance del año. Realmente el calendario de la Liga Nacional no nos permite ver más allá, pero es muy valorable lo que hicieron los chicos, cuando otros de su edad están jugando Provinciales o Argentinos como máxima competencia y ellos hoy (por anoche) jugaron una final de continente”, destacó Pancho Jasen. Hubo dos partidos en un mismo juego. El primer tiempo Bahía Basket lo ganó 37 a 35. Con un primer cuarto de manos calientes, 4-7 en triples, el local intimidó. De todos modos no lo quebró al equipo de Ginóbili.
Una buena defensa y variantes ofensivas le dieron a Bahía la posibilidad de terminar 2 abajo. Era negocio por cómo se había presentado el trámite.
En la medida que pudo soltarse, Bahía generó juego. Y atrás se bancó el juego físico que, lógicamente, propuso Guaros.
Redivo tuvo mayor movilidad y atrajo defensas, Fjellerup rompió, y el equipo si bien estuvo algo trabado, fue encontrando caminos, para cerrar el primer tiempo ganando por 2.
En el segundo, Guaros mostró su artillería, con un equipo largo y grande, con jugadores de talla que juegan bien de frente y meten la pelota de 3 puntos.
“Las individualidades de ellos se sobrepusieron. Nosotros necesitamos hacer todo más a nivel de grupo, salvo Lucio (Redivo) o Anthony (Johnson) que pueden generar sus propios tiros”, comparó Pancho.
Un parcial de 15-2 le dio ventaja de 11 al local, convirtiendo 4-7 en triples y, al mismo tiempo, empezando a desgastar con Echenique en el juego interior.
Con 11 de desventaja, Bahía salió al último cuarto condicionado. Intentó presionar y le rompieron. Levy y Johnson con 4 faltas eran el blanco de Guaros, y al equipo de la ciudad le costaba tanto contener atrás como desnivelar adelante, frente a una defensa firme.
“Quisimos aferrarnos al partido como pudimos, no queríamos que se nos escapen más de 10 puntos, pero se nos hizo imposible”, admitió Pancho.
El tiempo le jugó en con- tra, los venezolanos cada vez jugaron más sueltos y confiados, la fiesta comenzó a bajar de las tribunas y todo terminó con Guaros en lo más alto del podio y Bahía, en el segundo escalón, aplaudido por todo el Domo Bolivariano.
“Las finales hay que jugarlas, y obviamente, tratar de ganarlas, pero estos chicos son tan jóvenes que estoy seguro que para las siguientes estarán mucho más preparados”, se esperanzó Jasen.
Después, con la cabeza en alto el capitán recibió la copa, alentó a sus compañeros y, lógicamente, el silencio invadió al mismo vestuario que 24 horas antes había sido una fiesta tras haberse metido en la final del Final Four. ¿Estos chicos, por encima del resultado, serán conscientes de lo que jugaron anoche? Hoy seguro que no…