Un trabajo “fino” con kilos y kilos de cabello natural
Consolidada la idea del banco de pelucas artesanales de cabello natural, Stella no dudó en seguir pidiendo ayuda a la comunidad.
“Hoy contamos con 250 kilogramos de pelo. Nos llega cabello todos los días. Es un círculo aceitado”, grafica y advierte con orgullo que, de los cuatro bancos de la Argentina, el único artesanal y precursor es el que funciona en la sede de Güemes 222 de nuestra ciudad. Otros municipios han tomado esa idea y eso representa un “halago”.
“Nuestras pelucas respetan el estilo, el color y la cantidad de pelo de la persona que la necesita y están hechas a mano. Una cortina de 20 centímetros lleva casi dos horas. Se requiere habilidad”, sintetiza.
Siempre con la colaboración de un grupo de voluntarias, se han fabricado hasta el momento 680 pelucas con distintos destinos, independientemente de la situación económica de quien la recibe.
“En un principio habíamos apuntado a las que menos tienen, pero también hay que entender a quienes pueden y a la vez les cuesta pagar entre 10 y 17 mil pesos. Además, finalizado el tratamiento el cabello vuelve a crecer y la mayoría las devuelve”, reflexiona.
“¿Cobrarlas? Jamás. Per- deríamos la esencia del proyecto. A veces dejan una donación, porque nosotros nos hacemos cargo de todos los gastos, pero eso es muy distinto”, aclara.
De 8 a 18 Stella está firme en la sede de Güemes al 200, donde, más allá del banco de pelucas, se dicta peluquería a unas 500 personas.
“Tuvimos que dividir el año en dos y admitir 250 en cada mitad. Tenemos 70 alumnas por día”, cuenta.