¿Quién mira esos programas?
La violencia de género es un hecho que nos rodea y entra en nuestras vidas todos los días.
La fuerza física, la dominación mediante la dependencia económica, la especulación con una educación patriarcal… Todo lo que sabemos que usan los hombres para poder ser violentos.
Ahora bien, hay un ambiente muy visitado en el que pareciera que vale todo. Se llama televisión. Me pregunto dónde quedan todas esas consignas que se ven en las marchas, en las redes sociales, en comentarios de páginas web…
La mujer sigue siendo casi “una cosa” en la televisión. La mujer parece ser una linda decoración para la tele.
El último ejemplo fue el lamentable papel que le hicieron jugar a Virginia Gallardo –la chica que se hizo famosa por ser la novia del multimillonario Ricardo Fort- en Polémica en el bar.
Virginia salió a escena con un escote muy pronunciado y un pantalón que apenas le entraba para que su cola se notara bien.
La hicieron girar para que se viera bien todo; le dijeron que en su cola se podía apoyar un vaso porque estaba bastante sobresalida de su cuerpo; que se podía estacionar una bicicleta en medio de sus dos pechos; su interlocutor la tocó mil veces y hasta le hicieron contar un chiste machista según lo que marcaba el libreto.
Claro, al mismo tiempo se podía ver atrás la foto de Gerardo Sofovich. Si habrá tomado a la mujer como elemento decorativo Gerardo, ¿no?
¿Irá Virginia Gallardo a las marchas de Ni Una Menos? No lo sé. Pero lo que más me preocupa es: ¿consumirán estos programas los y las que van a las marchas de Ni Una Menos?