De San Juan a Nueva York
EL BANDONEONISTA Y COMPOSITOR ARGENTINO JUAN PABLO JOFRÉ ES UNO DE LOS EXPONENTES MÁS VIRTUOSOS DEL "NUEVO TANGO". PISA FUERTE EN LA GRAN MANZANA, EL RESTO DE LOS ESTADOS UNIDOS Y EN ASIA.
De la tierra de Domingo Faustino Sarmiento, Juan Pablo Joé quiso escribir su propia historia. Y vaya si lo hizo. Radicado desde 2008 en Nueva York, este joven músico es uno de los mejores exponentes argentinos del denominado “nuevo tango”. Aclamadísimo en la escena internacional por sus dotes con el bandoneón y la composición, sus obras fueron grabadas e interpretadas por artistas de lustre como Paquito D’Rivera, Kathryn Stott y la orquesta de cámara Orpheus. Y si se repasan algunas de las críticas que le hizo el legendario diario The New York Times, no se encuentra otra cosa que maravillas de él. "La música estuvo presente desde muy chico y siempre sentí una relación emocional con ella. Al principio estaba más compenetrado con el rock, pero a los dieciséis años escuché, por primera vez, la Orquesta Sinfónica de San Juan. Fue algo muy impactante. Ahí decidí tomarme esta profesión con más seriedad", confiesa quien estudió contrabajo, composición y teorías musicales en la Universidad Nacional de San Juan, y luego siguió formándose con Julio Pane, bandoneonista del célebre Sexteto de Astor Piazzola. Joé empezó su camino tocando la batería hasta que descubrió en una casa antigua de música lo que marcaría un
antes y un después en su carrera: un bandoneón. Pensó que ya era grande para aprenderlo, pero el mismísimo Rubén Juárez lo alentó: "Metele nomás, no es tarde". "El bandoneón me identifica con mi país. Es el instrumento que más amo y el
que más satisfacciones me dio", completa quien lidera la JP Joé Hard Tango Chamber Band, el ensamble multicultural con el que está de visita por la Argentina, presentando su más reciente álbum, Manifiesto ( ver recuadro).
–¿Cómo creás tus obras?
–Hay un proceso que se da de una forma inexplicable, en el que la inspiración te llega en cualquier lugar, en cualquier momento: puede ser durante un vuelo, caminando o mientras hablás con alguien. El tema, como decía Pablo Picasso, es que eso te encuentre trabajando.
–En tu último disco decidiste fusionar el sonido del tango con la música clásica, combinando géneros y culturas.
–Yo pasé de ser baterista de heavy metal a estar escribiendo música de cámara orquestal o hacer música de ballet. Eso me ayudó a incorporar nuevos sonidos y lenguajes que, en un punto, se fusionan. Ahora estoy incluyendo el Erhu o Hegum, que son instrumentos asiáticos de cuerda otada.