Boca ganó un partido vital para seguir en lo más alto
Con un tanto de Darío Benedetto y sufriendo hasta el final, el xeneize logró superar 1-0 al conjunto rosarino, uno de sus perseguidores, y dejó atrás las dudas que sembró la derrota con River.
Con un gol de Darío Benedetto, luego lesionado, Boca se afianzó en la cima del torneo superior de la AFA al vencer ayer a Newell's como local por 1-0. El equipo xeneize se recuperó de la derrota en el superclásico y le sacó 6 puntos de ventaja a San Lorenzo, que hoy recibirá a Aldosivi de Mar del Plata. River, a 7 unidades, jugará mañana con Gimnasia.
Los 15 goles que acumula Darío Benedetto en el campeonato terminaron con 8 victorias de Boca, incluída la de anoche, y 2 empates.
Esa media vuelta de Darío Benedetto ante la marca de Sebastián Domínguez y el posterior remate que terminó en gol generó el desahogo de Boca Juniors.
Es verdad que el conjunto xeneize sufrió hasta el último minuto para vencer 1-0 a Newell's en La Bombonera, pero la victoria fue mucho más importante que el significado de los tres puntos.
Es que el conjunto de Guillermo Barros Schelotto tenía enfrente un examen de personalidad.
Y lo aprobó. Porque, con más oficio que lucimiento, consiguió dejar atrás las du- das que se originaron luego de la derrota en el superclásico frente a River Plate, se consolidó en la vanguardia del torneo, se sacó de encima a uno de los aspirantes al cetro, como era Newell's, y le tiró toda la presión a sus adversarios en la continuidad de la 25ª fecha.
Sabido es que salir derrotado de un clásico implica una pérdida mucho mayor que los tres puntos dejados en el camino. Por eso, el duelo de esta tarde en la Bombonera tuvo para ambos un peso específico trascendental de cara a la recta final del torneo.
Y el xeneize salió airoso gracias a su goleador, Darío Benedetto, quien torció el rumbo del partido con un letal derechazo desde fuera del área cuando promediaba la primera mitad.
Golpeado tanto uno como otro, el partido se planteó de modo tal que el que golpeara primero iba a golpear no dos, sino tres veces. Y así fue. Cuando el partido se sumía en la intrascendencia de dos equipos que no sabían cómo lastimar, el derechazo del 9 local torció el rumbo del encuentro de manera definitiva
Porque desde el gol de Benedetto, Newell’s no hizo más que desnudar sus falencias y Boca, disimular mejor las propias; sobre todo con la presencia de Wilmar Barrios en la mitad, quien le dio al equipo el equilibrio que le faltó en el superclásico.
Diego Osella hizo adelantar a su equipo, pero, diagramado para apostar a la contra, nunca encontró el camino hacia el arco defendido por Agustín Rossi, quien superó la último zozobra a los 93 minutos.
Boca ganó con lo justo un partido clave en el camino hacia el título...