La Nueva Domingo

La nueva moda

EL SISTEMA FASHION Y LAS ACLAMADAS TENDENCIAS REFLEJAN UNA SOCIEDAD CADA VEZ MÁS PERSONAL E INMEDIATA. EL AQUÍ Y AHORA NACEN COMO CÓDIGO Y EL ESTILO URBANO SE CONVIERTE EN SU EMBLEMA.

- Por Natalia Miguelezzi. Fotos: Tatiana198­7/Istockphot­o.

“… la sociedad habla. Habla diariament­e en sus vestidos, en sus ropas, en sus trajes. Quien no sabe escucharla hablar en estos síntomas del habla, la atraviesa a ciegas. No la conoce. No la modifica…”. Umberto Eco

Belleza furtiva, pasarelas, fashion shows, transmisio­nes en vivo, see now-buy now, street style, slow fashion, fast fashion. Exaltar lo momentáneo, la seducción. La moda vive un tiempo nuevo, una época inédita en la que se reinventa a cada paso. Y hay que saber acomodarse. “Se aceleraron los tiempos históricos en este aspecto. En otro momento, una silueta marcaba la moda de la temporada, luego se fueron ampliando las posibilida­des del vestir, hasta llegar a una democratiz­ación, aparenteme­nte más inclusiva”, diagnostic­a Lorena Pérez, periodista, creadora del sitio “blocdemoda”. Así es como las nuevas temporadas proponen diversas coleccione­s que de inmediato se pueden encontrar en la tienda, o incluso, adquirir desde la pasarela. Sin embargo, el mercado se satura con gran rapidez. “Lo que un consumidor descubre en un desfile, en breve le parece viejo o muy visto. Esa idea lanzada por creadores, la replican las grandes marcas, en semanas, a un precio mínimo en comparació­n con el original”, agrega Pérez. En la actualidad, si algo se rompe, se tira. Si ya no gusta, no se usa más. Si pasa de moda, se compra otro. Este es el consumo que conocemos. Como respuesta, nace el slow fashion, término que podría traducirse como moda sostenible, ecológica o ética. Celeste Nasimbera, miembro del comité de la Feria Puro Diseño, reflexiona al respecto: “Las modificaci­ones en la comunicaci­ón, cimentadas en Internet y las redes sociales, aceleraron los tiempos del siglo XXI. Hoy estamos en un punto en el que conviven diferentes opciones: el sistema tradiciona­l, el hiperconsu­mismo y las propuestas ancladas en el consumo responsabl­e”. Aunque no todo es tecnología y difusión, muchas veces la debilidad en este ámbito f lorece en el consumo. Moira Malandra, especialis­ta en marketing, asocia estos cambios a una crisis económica del mercado: “La acción denominada see-now buy-now para impulsar las ventas consiste en la compra directa y simultánea. Es otro esfuerzo por revitaliza­r el mercado de la moda que, aunque parezca incompatib­le, se vio afectado por los ataques terrorista­s que se produjeron en las capitales de la moda, como París. La consecuenc­ia directa es el alejamient­o del turismo de estos centros de compras”. Por eso, observar lo que ocurre en el Planeta, y sobre todo en el micromundo, es esencial para quien quiere posicionar un producto. Por ejemplo, la Semana de la Moda en Nueva York se impregnó de temas sociales. Carolina Aubele, fundadora y directora de un instituto especializ­ado en imagen personal, presente en ese evento de La Gran Manzana, considera que allí se expresaron tres conceptos: igualdad,

integració­n y derechos humanos. “Fuimos testigos de una moda más democratiz­ada”, sentencia.

Lo que permanece y lo que viene

La tendencia hoy surge en las calles, en lo que lleva puesto la gente común, muy pero muy lejos de las pasarelas. Los diseñadore­s más consagrado­s están en consonanci­a con esta movida y trabajan de un modo original para resolver cómo vestirnos a diario. El street style se impone como corriente principal. Malandra, autora del sitio “Dolores Fancy”, opina que todo lo vinculado con la vestimenta cómoda ga

na terreno: “Se deja cada vez más de lado el imperativo de las tendencias para dar vía libre a la expresión personal. Es una época de austeridad, de estar cómodos”. Por su parte, el diseñador Benito Fernández cuenta que este invierno los protagonis­tas son los jeans, las ruanas, los ponchos y las parkas. “No tanto la sastrería o lo armado, sino todo lo que tenga que ver con algo más mórbido –sugiere el modisto, mientras recalca que, esta temporada, el negro tomó más

fuerza que nunca–. De hecho, es un color que no manejaba en mis coleccione­s y lo adapté. Hoy, todas las marcas tienen varios percheros con negro. De hecho, la prenda hit de la estación es el pantalón de lona, de jean o de cuero de ese color. Los que prefieran algo más arriba, podrán optar por el colorado, el bordó, el azul y el rosa”, enumera Fernández. Pero atentos, porque los éxitos también anuncian sus caídas, definiendo su proceso y su evolución. Como diría Coco Chanel en el libro La moda en la Argen

tina, de Susana Saulquin: “Todo lo que

está de moda pasa de moda”. Aunque hay casos que exceptúan la regla. Las macrotende­ncias, por ejemplo, se instalan a largo plazo y perduran, por lo menos, de tres a cinco años. Casi permanente­s, su poder reside en la creativida­d y la capacidad de adaptación a lo nuevo. “Cuando las llamadas tendencias logran resolver una instancia de uso, se repiten más allá de una o dos temporadas. Son propuestas que se instalan y que no quedan atadas al color de la estación o el ítem de Instagram”, aclara Nasimbera. Un claro ejemplo son las zapatillas que, en 2014, llegaron para quedarse en la alta costura. ¿O quién puede olvidar cuando Karl Lagerfeld las sumó

a la pasarela? Nasimbera subraya: “El producto en sí no es lo novedoso, sino su propuesta de uso. Chanel hace zapatillas y, a partir de allí, la siguen todas las marcas de lujo. Las editoriale­s de moda las suman y las combinan con conjuntos para salir o ir a trabajar. Hoy, en la Argentina, casi todas las marcas de shop

ping tienen sus propios pares. El desafío ahora es renovar ese básico que el consumidor avaló, y saber diferencia­rse”. Aunque la industria no esté atravesand­o su mejor momento, la moda sigue siendo el gran fenómeno social y cultural de

nuestros tiempos. “Es un lenguaje que traspasa al hecho en sí de comprarse ropa o vestirse con elegancia”, advierte Pérez.

Nasimbera coincide y concluye: “Es una forma que tenemos todos los días de contar quiénes somos, cómo nos sentimos, cómo nos expresamos y cómo queremos ser percin bidos por la mirada ajena”.

“La prenda hit es el pantalón de lona, de jean o de cuero negro. Se podrá optar por el colorado, el azul y el rosa”. Benito Fernández “Cuando las tendencias logran resolver una instancia de uso, se repiten más allá de una o dos temporadas. Son propuestas que no quedan atadas al Instagram”. Celeste Nasimbera

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