Memoria de un grito

EN MADRID, EL MUSEO REINA SOFÍA DEDICA UNA GRAN MUESTRA AL 80.º ANIVERSARIO DEL GUERNICA, UN SÍMBOLO DE LA DEFENSA UNIVERSAL DEL HUMANISMO.

Entre finales de los años veinte y mediados de los cuarenta, Pablo Picasso experimentó una metamorfosis. Pasó del inicial optimismo del cubismo a buscar una nueva imagen del mundo, entre la belleza y la monstruosidad. Ya siendo un hombre maduro, una figura consagrada internacionalmente, suió diversas crisis artísticas. Hasta entonces, su universo había sido íntimo y personal, limitado por las paredes y las ventanas de un cuarto. Pero, de a poco, sus trabajos se invadieron de cuerpos rotos y desmembrados, situaciones de violencia, miedo, dolor. Fue la antesala del Guernica, el megacuadro con el que definió a la Guerra Civil Española. Habiendo pasado ochenta años de su creación, el museo Reina Sofía organizó una muestra en la que explica los entretelones de una de las piezas más icónicas de la historia del arte. Timothy James Clark, uno de los curadores de Piedad y terror en Picasso. El camino a Guernica, comenta que lo que se busca es reflexionar por qué sigue tan presente en el imaginario colectivo “esta escena trágica de nuestra cultura”. El museo madrileño realizó una meticulosa selección de ciento ochenta obras (propias y provenientes del Pompidou de París, la Tate Modern de Londres y el MoMA y el Metropolitan de Nueva York), que resultan fundamentales para articular y entender el lienzo concluido por el pintor y escultor en 193⒎ Todas podrán apreciarse hasta el 4 de septiembre, antes de que la exposición empiece un camino que la llevará por los Estados Unidos, México y Colombia. Después de una fase de dudas, incluso de bloqueo, Picasso comenzó a expresar en su pintura la violencia de la sociedad moderna. El Guernica, en donde introduce el suimiento de los civiles, es el punto cúlmine de esta etapa de cristalización de su pesimismo por una inminente crisis internacional que terminaría desembocando en la Segunda Guerra Mundial. Le terminó dando forma ocho décadas atrás, podría haberlo hecho ayer.