Temer no puede controlar la crisis política
Mientras la defensa busca alargar la investigación en la justicia, renunció la presidenta de un banco clave.
El presidente de Brasil, Michel Temer, sufrió un nuevo golpe con la renuncia de la presidenta del banco de fomento del país, mientras su defensa intenta alargar su investigación en el Supremo, sin perder de vista el juicio que puede anular su mandato en el Tribunal Superior Electoral. La dimisión en la víspera de María Silva Bastos al frente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, alegando “motivos personales”, dejó al mandatario un poco más aislado en medio de una crisis que no parece tener fin.
Temer reaccionó rápido y a las pocas horas nombró como sustituto al economista Paulo Rabello de Castro, quien hasta ahora era presidente del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Esta no es la primera renuncia a la que tiene hacer frente el jefe de Estado esta semana, pues el miércoles el asesor presidencial Sandro Mabel, un importante dirigente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, que lidera Temer, también abandonó el barco.
Según un levantamiento divulgado ayer por el diario “O Estado de Sao Paulo”, la crisis política podría generar este año pérdidas al país de unos 7.600 millones de dólares, siendo ese el escenario más optimista.