“Tenían todo muy estudiado”
Delincuentes sustrajeron mercadería y herramientas por unos 400 mil pesos de una concesionaria de motos.
“Más seguridad de la que tengo es imposible. Tengo tres candados, alarmas, cámaras... Ahora veremos cuando nos den las imágenes si podemos sacar algunas conclusiones. De todos modos, soy poco optimista, porque nunca encuentran a nadie ni nada”.
Esa reflexión, mezcla de bronca y resignación, corresponde a Leonardo Gatto (45), propietario de una concesionaria de motocicletas ubicada en Ramón y Cajal y Newbery, que ayer sufrió la sustracción de mercadería y herramientas valuadas en unos 400 mil pesos, además del robo de dinero que se encontraba en la caja registradora.
Mencionó que “no es la primera vez, con esta ya cumplimos una decena de robos”.
“Acá es la tercera, las demás ocurrieron en el centro o en Alem. La primera fue hace cinco años, a la semana de haber abierto el local, y la última fue hace unos dos años. Todas las veces fue con la misma modalidad”, agregó.
Gatto consideró que el hecho ocurrió entre las 3 y las 9 de la víspera.
“Nos dimos cuenta cuando llegamos a abrir. De todas maneras, estamos seguros que fue de noche, porque acá hay mucho tránsito de día. Rompieron todo. Nos desconectaron y arrancaron la central de la alarma, cortaron la luz y rompieron los dos candados que teníamos en la puerta principal”, contó.
“En su mayoría robaron cascos (unos 17), y herramientas como motosierras, desmalezadoras, cuatro motores estacionados, que vienen sueltos y cuestan bastante dinero, y otras tantas cosas más. En la caja había unos 900 pesos".
El hombre cree que los sujetos ingresaron con una camioneta y la dejaron cerca de la puerta.
“Tenían todo muy estudiado, porque tuvieron que tre- par para arrancar la sirena de la alarma”, expresó.
Consultado acerca de la inseguridad, el comerciante sostuvo que “hay que decirle al intendente, al jefe de recaudación, y a toda esa gente que está de traje y corbata detrás de un escritorio y nos cobra tasa de seguridad e higiene. Mirá cómo está este lugar. De última, los delincuentes se juegan la vida, pero los otros te roban más plata todavía”.
“No queda otra que seguir laburando. Tener asegurado este lugar es imposible económicamente. De todas maneras, no se roban las motos, sino todo lo otro. Por suerte, no rompieron nada, solamente fueron a lugares específicos”, finalizó.