Prueba piloto inédita en la cárcel neuquina de Senillosa
Una experiencia única en nuestro país es la que lleva adelante el anexo de la Unidad N° 9 del Servicio Penitenciario Federal (SPF) de Senillosa, en Neuquén.
Su población está compuesta únicamente con detenidos por delitos sexuales y se lleva adelante un proyecto para reinsertarlos en la sociedad y evitar la reincidencia.
Se desarrolla el Programa Ofensores Sexuales (POF), llevado adelante por docentes, psicólogos, asistentes sociales y profesores de educación física.
Los internos trabajan para disminuir la impulsividad, manejar la ansiedad, lograr un mayor reconocimiento del delito, educar valores y estimular el autoestima.
“El primer paso para que un agresor condenado por delitos sexuales esté en el programa es la voluntariedad. La segunda instancia es que reconozcan el delito por el que fueron condenados. Hay pocos sistemas que trabajan con el agresor sexual. El desafío que nos planteamos es ver el comportamiento", dijo el director nacional del SPF, Emiliano Blanco.
Uno de los pilares fundamentales del programa es la educación. Se brinda instrucción primaria, secundaria y talleres con salida laborar. Estudiar es un requisito excluyente.
Además, hay espacios de recreación con cursos de guitarra, teatro, canto y tango, entre otras actividades.
Los otros dos aspectos fundamentales son la familia y la terapia.
Diariamente hay espacios con piscólogos y terapistas ocupacionales, para que los internos puedan trabajar sobre su propia patología.