La Nueva Domingo

El ayer y hoy de Lautaro, con otros ojos

Los entrenador­es Alberto Desideri, Néstor Comino y Hugo Reñones hablaron sobre los inicios de Martínez en Liniers y su gran paso por el Sub 17 de la Liga. “Siempre fue distinto”, dijeron.

- Mikel Iñurrategu­i minurrateg­ui@lanueva.com

De los inicios de los deportista­s que suelen trascender en menor o mayor medida, hay ejemplos para todos los gustos. Aquellos que nunca sobresalie­ron pero dieron el salto de calidad en el momento justo, los que no pudieron mantenerse en un mismo nivel, o bien los que desde gurrumines demuestran que tienen algo que los diferencia del resto. Que los hace distintos.

Este último es el caso de Lautaro Martínez, y así lo cuentan Alberto Desideri y Néstor Comino, quienes lo dirigieron en Liniers.

“Me tocó armar toda la camada '97 que pasó de Escuelita a Infantiles, y ahí estaba Lautaro. Ya era un jugador distinto”, avisó Desideri, quien además lo hizo debutar en la Primera del Chivo.

“Se notaba que era un jugador distinto. Uno sabía que iba a jugar en la Primera de Liniers, pero nunca que iba a ser lo que es hoy”, coincidió Comino, DT de Lauty en la Séptima del albinegro (fueron campeones) y medio año de Sexta (que también se consagró, comandada en el segundo tramo por Hernán Rosell).

“Había algunas cosas que llamaban la atención -agregó Pichu- cuando empezamos a jugar por los puntos, la ma- má me decía: 'Me hace cocinarle fideos blancos porque tiene que jugar'. Ahí se ve que había una excelencia”, contó.

Desideri confirma que esa profesiona­lidad que hoy muchos le marcan como una de sus principale­s virtudes, ya lo traía desde chico. Muy chico.

“Los lunes solíamos hacer ejercicios de técnica -contó Comino-, y me llamaba la atención, que a él la pelota nunca le picaba, nunca le molestaba el sol, nunca nada...siempre resolvía bien.Y los ejercicios de definición los hacía como lo que hace ahora en Primera. Ahí te dabas cuenta que era diferente, y de la cabeza también...era un pibe ganador", apuntó Néstor.

Esa diferencia que mostraba de lunes a viernes la trasladaba a los fines de semana, y ya empezaba a llamar la atención de propios y extraños.

“Cuando estábamos jugando en Infantiles, él tenía una pegada mortal para esa edad (10-11 años). Por ejemplo: los córners es muy difícil que lleguen al segundo palo en esa categoría, encima esa camada era muy buena, tenía gente alta, y la ponía ahí. Y bueno... en un partido que había metido un par de tiros libres, porque casi todos sus tiros libres eran gol, el entrenador rival me pidió que no pateara tanto porque sino se hacia más grande la diferencia”, recordó Pichu.

Más allá de su potente pegada o la fuerza física inusual para su edad, Néstor Comino agrega otro rasgo distintivo del actual delantero de Racing: “¡Cómo entendía el juego!, señala. “Vos estabas sentado en el banco -amplía- y pensabas 'tendría que cambiar al otro lado' y él lo hacía. Eso es muy difícil en Primera, y él lo tenía como facilidad de chico. Y después bueno... si quedaba frente al arco, sacá del medio”, dijo Néstor Comino.

Dar el primer salto

“Fue todo muy raro, porque yo estaba entrenando en inferiores y al otro día me tocó debutar en Primera, convertir un gol, jugar con compañeros que habían jugado con mi papá (Mario). Lo disfruté mucho porque ahí fue cuando arrancó todo”, recordó Lauty en su última visita a la ciudad.

“A esa edad, Lautaro ya era un jugador que no podía esperar abajo (en Menores)”, admite Desideri, DT de la Primera en aquel 2013.

-¿Cómo fue cuando lo llamaste para entrar?

-Íbamos perdiendo 2 a 0 con Comercial y le digo: "Lautaro jugá como jugás siempre. Ponete cerca del área, trabaja de "9", de vértice a vértice del área grande”. Hay un arma letal que tiene: ¡Le erra muy poco al arco!

Cómo ya te contamos (ver páginas 8-9), a Lautaro le bastaron dos minutos para anotar su primer gol en la máxima categoría de la Liga.

“Él podía estar tranquilam­ente en Primera, la única incógnita era ver si podía hacer lo mismo que hacía en Menores, y bueno... imaginate que tardó dos minutos en trasladar todo eso a la Primera”, apuntó Desideri.

-¿Necesitast­e darle confianza?

-Esos jugadores no necesitan la confianza del DT, esos chicos lo único que necesitan es que los tiren a la cancha y que jueguen. Están enfocados en ser profesiona­les.

El presente

A Martínez le alcanzó con un puñado de partidos en la elite del fútbol argentino para deslumbrar a todos y para que los principale­s clubes del mundo posen definitiva­mente los ojos en él.

“Vos ves los medios y ves que ponen que hizo el gol “Lautaro”, ya no es Martínez. Se ganó un nombre y se lo merece por que como es. Los que más o menos lo conocen, no le sorprende -agregó-. Las definicion­es que hace con las dos piernas, lo hacía en Menores”, entendió Comino.

Algo en lo que Desideri coincide: “A mí no me sorprende ver las cosas que hace ahora. Es Lautaro tal cual conocimos”.

“Cuando un chico complement­a las mismas cosas del fútbol Infantil, en Menores, en Primera local, y después logra hacerlo a nivel profesiona­l, listo: ya es un jugador hecho y derecho”, concluyó.

“El gol que le hizo a Aldosivi se lo vi hacer montones de veces en Infantiles y Menores, es el Lautaro que conocemos todos”, dijo Desideri.

 ?? ARCHIVO LA NUEVA. ?? Esta albicelest­e también le quedó pintada. Lautaro fue uno de los goleadores del Sudamerica­no con la Sub 20.
ARCHIVO LA NUEVA. Esta albicelest­e también le quedó pintada. Lautaro fue uno de los goleadores del Sudamerica­no con la Sub 20.

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