Agua del Colorado
Hace 107 años, en julio de 1910, el perito Francisco P. Moreno, diputado nacional, señaló en nuestra ciudad la conveniencia de captar agua del río Colorado para solucionar el problema de la falta de riego en nuestra región.
El perito Moreno formó parte de la comitiva que acompañó al presidente Figueroa Alcorta a recorrer el sur argentino.
Fue al pasar por Médanos que advirtió una “labor estimulante de energía” al observar “el panorama de los cultivos, las huertas, los alfalfares y los cottages, todo alimentado por decenas de molinos en hacendosa función extractora del agua del subsuelo”.
Recordó entonces “una concepción hidráulica magna”, señalada, aseguró, por la misma naturaleza, y cuya realización “importaría el desideratum para la riqueza regional”. Se refería a la posibilidad de recurrir a las aguas del río Colorado.
Moreno mencionó que la zona necesitaba “solucionar el problema del riego artificial”.
Para ello, “y bajo la sugestión del es- pectáculo de esos prados”, recordó “el viejo pero nunca estudiado” proyecto de desviar el río Colorado hacia nuestra ciudad, “siguiendo una depresión del suelo que parece señalar un viejo cauce, que los años no han conseguido hacer desaparecer”.
De realizarse esa obra, agregó, “se podría traer a Bahía Blanca y Villarino el agua necesaria para regar muchos cientos de miles de hectáreas”.
Por último, aseguró que esa alternativa “sería mejor solución que la canalización del Napostá y aun el gobierno de las aguas de la cuenca de las Sierras”.
Su propuesta se repetiría una y otra vez en el tiempo, con anuncios y proyectos jamás concertados.
La actual gobernadora, María Eugenia Vidal, aseguró que este año se iniciarían esos trabajos.