Jordan Spieth quiere olvidar viejos tiempos
El estadounidense lidera el Abierto Británico con tres golpes de ventaja. El recuerdo del Máster de Augusta 2016 sobrevuela. La cita se cierra hoy.
Última jornada del Máster de Augusta 2016. Hoyo 12. Un cuádruple bogey privó al estadounidense Jordan Spieth de obtener su tercer torneo Major, tras liderar durante los tres días anteriores.
Ese recuerdo, ¿estará hoy en la mente de Spieth al momento de cerrar lo que, hasta ahora, es una brillante actuación en el Abierto Británico? La respuesta se conocerá hoy, cuando en los links del Royal Birkdale se disputen los últimos 18 hoyos del tercer Major de la temporada.
En la víspera, el estadounidense consolidó su liderazgo al anotar cinco birdies en un día soleado para ponerse a 11 bajo el par, tres golpes por delante del también estadounidense Matt Kuchar (-8).
El joven golfista texano podría emular a su compatriota Jack Nicklaus con la victoria en tres grandes del Grand Slam (el Masters de Augusta, el Abierto de Estados Unidos y el Abierto Británico) antes de los 24 años, que cumplirá la próxima semana.
Los norteamericanos Austin Connelly (-5) y Brooks Koepka (-5) acompañan a Spieth y Kuchar, en los primeros puestos de la clasificación, seguidos de cerca por el japonés Hideki Matsuyama (-4) y el sudafricano Branden Grace (-4), que marcó el récord de puntuación de la historia de los grandes con una tercera ronda de 62 golpes.
"Sabía que había tenido un buen día, pero no lo que había logrado. Ahora que lo sé, les puedo decir que se siente muy bien", comentó Grace (8 birdies), que anuló el score de 63 golpes que se había conseguido 31 veces a lo largo de la historia de los Major.
El dominio de los estadounidenses a falta de un día para el cierre volvió a recordar que han pasado 25 años desde que un inglés conquiste la jarra de clarete del Abierto de su país, cuando Nick Faldo ganó en Muirfield en 1992.
Sólo el norilandés Rory McIlroy (-2) y los ingleses Ross Fisher (-2) y Ian Poulter (-2) mantienen levemente las esperanzas de los aficionados locales.
Récords y recuerdos, la síntesis de un Open histórico.