Un clásico del básquet
Hace 41 años, en julio de 1976, se disputó un apasionante, intenso e inolvidable partido de básquetbol entre Olimpo y Estudiantes, en el considerado el gran clásico local de ese deporte.
En Olimpo ya no estaban Atilio “Lito” Fruet ni José Ignacio “El Negro” De Lizaso, pero eso no alcanzaba para quitarle atracción e interés al partido más esperado.
En este caso, como parte de un cuadrangular del cual participaron, además de estos clubes, las escuadras porteñas de Ferro Carril Oeste y River Plate. Los locales vencieron, cada uno, a los equipos porteños, dejando la definición del torneo para resolver entre ellos.
“Tribunas prietas y vibrante clásico para la definición del cuadrangular”, señaló este diario al referir el clima con el cual se disputó la final.
El partido empezó preocupando a algunos: “Mucho, demasiado vigor, quizás traído de dos vestuarios nerviosos”, se dijo.
Hubo fricciones, revolcones, brazos enredados y hasta narices y labios sangrantes.
El público expectante, en un partido cerrado, de mucha marca.
El reloj marcaba 13 minutos del primer tiempo (se jugaban dos tiempos de 20) y el marcador favorecía 14 a 13 al albo.
Lo curioso es que con figuras como Alberto Cabrera, Jorge Cortondo, Raúl Alvarez y Alfredo Adrián Monachesi en la cancha, el partido tenía dos protagonistas “casi novicios en estas lides”: David Roldán, en Olimpo, y Roque de Pasquale, en Estudiantes.
A cinco minutos del final ganaba Estudiantes por 62 a 58, pero Olimpo remontó y se puso a 1 punto.
Sobre el cierre, “Mazazo” Alvarez clavó dos dobles y estableció el 71 a 64 final.
“Un clásico que gustó por haber mostrado intacta su esencia...”, indicó el cronista.
Todavía se lo extraña.