Violento y confuso episodio en una vivienda del barrio 9 de Noviembre
Heriberto Mella describió que dos personas armadas ingresaron a su casa reclamando una motocicleta.
Heriberto José Mella (50) aún intenta comprender el violento episodio que ayer a la madrugada debió soportar junto a su familia, cuando dos personas armadas, quienes mantenían a un joven retenido, ingresaron a su casa del barrio 9 de Noviembre exigiendo la entrega de una motocicleta que ese individuo les habría robado.
“Tengo problemas de corazón y por poco no me agarró un infarto por esto. No se puede vivir así, la justicia tienen que poner mano dura”, consideró el hombre, quien manifestó que los delincuentes llegaron por error hasta su domicilio.
El hecho se produjo en Rosales 2260, cuando el damnificado se encontraba junto a su esposa y dos hijas adolescentes.
Describió que los desconocidos tenían el rostro cubierto, llevaban dos armas cada uno y escaparon en un automóvil.
“Estábamos en nuestra habitación con mi señora, mientras que mis hijas estaban en la parte de adelante. De pronto sentí que las chicas venían corriendo y gritando, y cuando abro la puerta veo a dos tipos con armas, uno de ellos estaba apuntando con dos revólveres a un pibe que tenía como atrapado en el piso, y el otro me corría la cortina con otras dos armas en la mano”, describió Mella.
Agregó que los hombres “entraron por el portón que está al costado de mi gomería" y transitaron por un pasillo "que conecta con mi habitación. Se metieron dentro de la cocina".
“Tenían revólveres grandes, creo que eran un '32 y un '38. Uno de ellos gritaba `lo vamos a matar, lo vamos a matar, que entregue la moto´, mientras el chico que tenían de rehén respondía que él no tenía nada”, siguió diciendo.
Mella no ocultó su impotencia por el peligroso momento que le tocó vivir junto a los suyos.
“Somos gente trabajadora, sin antecedentes de nada y que te despierten a la madrugada con una situación así es horrible. Al pibe lo sacaron por el mismo lugar, apuntándole con el arma, y desde la puerta de mi casa escuché que salieron disparados en un auto. Lo cargaron con ellos arriba del vehículo. Por lo que dijo un vecino era un Fiat Palio, de color blanco, que estaba estacionado en- frente de mi casa”.
El hombre supone que “el pibe anduvo haciendo 'ma- canas' y lo engancharon. Lo que no entiendo es cómo cayeron a mi casa. Por suerte, a mí no me robaron nada”.
“Hace 8 años que vivo acá y es la primera vez que me pasa una situación así. El susto de las nenas fue muy grande, además porque los tipos salieron corriendo detrás de ellas. Uno tiene que dormir con un arma debajo de la almohada. Igual, no tengo miedo que regresen”, expresó.
Comentó también que los sujetos “me apuntaban con el arma y pedían que les devuelvan la moto, pero al pibe no lo conozco. Sí conocía al padre, porque es cliente mío y sé que es muy trabajador", finalizó.