Argentina muestra las caras renovadas con un grupo que nace en Bahía
Con la presencia de Lucio Redivo y Máximo Fjellerup, la Selección debutará ante Venezuela, a las 22, en el Casanova. A las 19.30, Islas Vírgenes-Canadá.
Llegó el día tan esperado desde aquel 5 de abril cuando se anunció a Bahía Blanca como sede de uno de los grupos clasificatorios de la AmeriCup 2017.
Argentina volverá a ser local en el Casanova, desde las 22, enfrentando a Venezuela, que dirige Néstor García (ver aparte).
Cada designación para una competencia internacional es un renacer para el básquetbol de la ciudad que, fiel a su historia, y más allá de las limitaciones de infraestructura propias de los 78 años que tiene el estadio Casanova, sacará lo mejor para estar a la altura de las circunstancias.
Caras conocidas
Desde el punto cero del recorrido el camino se fue iluminando con las convocatorias de Máximo Fjellerup (Bahía Basket) y Lucio Redivo (ex Bahía Basket y futuro refuerzo de Bilbao de España), dos jugadores identificados con la ciudad. Estas positivas noticias se fortalecieron con la confirmación de ambos entre los 12 definitivos.
La delegación argentina cuenta con fuerte presencia bahiense, siendo los más re- conocidos el técnico Sergio Hernández y el presidente de la Confederación, Federi- co Susbielles.
Los otros que se suman en este grupo de trabajo son el médico Diego Grippo, los kinesiólogos Paulo Maccari y Leandro Amigo, más el jefe de prensa Germán Beder.
Hay que darle tiempo
El plantel está en proceso de renovación, que carga con los éxitos deportivos de una generación inolvidable.
No obstante, cada componente intentará forjar su nombre propio en este desafío .
Luis Scola continúa siendo el faro del equipo, dentro y fuera de la cancha. De todos modos, su presencia está prácticamente descartada, mientras continúa su recupera- ción del desgarro del gemelo izquierdo.
Los bases Facundo Campazzo y Nicolás Laprovíttola son los otros que están un paso adelante respecto del resto en cuanto a experiencia
No obstante, varios de estos jugadores que conforman el equipo más joven de la AmeriCup tienen un fuerte potencial individual y marcada proyección.
Por eso, caer en la comparación con el nivel que tuvieron los mejores de la Generación Dorada sería injusto. Más real es retroceder en el tiempo y ver que ninguno de los mejores jugadores que dio la época más brillante del básquetbol argentino, a la edad de los Deck, Brussino o Fjellerup, por citar, combinaban las aptitudes físicas y basquetbolísticas de ellos.
El tiempo será testigo de lo que pueda dar cada uno...
Un formato diferente
La AmeriCup es el torneo de mayor relevancia dentro del continente, reemplazando a la Copa de las Américas y, previamente, Preolímpico.
Por primera vez no tendrá como premio una clasificación.
En nuestra ciudad se jugará el Grupo B, clasificatorio -como los otros dos-, al Final Four el 2 y 3 de septiembre en Córdoba.
Argentina ya obtuvo su boleto -por ser local- y tendrá un acompañante, sumándose ambos al primero del Grupo A y C.
El desafío más importante en cuanto a resultados sin dudas serán las ventanas clasificatorias al Mundial y para eso la AmeriCup deberá aprovecharse como banco de prueba. Y, más aún, considerando que, probablemente, algunos de los jugadores más importantes de este equipo reglamentariamente no puedan participar.