La meta: recuperar el prestigio que trascendió fronteras
El Desafío “La Nueva.” ya está planteado. Pero antes, desde 1986 a 2002, hubo varias historias que merecen ser contadas y recordadas.
Además de reunir a las principales figuras del atletismo argentino, también tomaron parte destacados fondistas extranjeros.
El 20 de abril de 2002 tuvo desarrollo la última Competencia Pedestre Diario la Nueva Provincia que, desde su implantación en el calendario local, se constituyó en el gran festival atlético de Bahía Blanca.
Una de las facetas distintivas de la competencia fue la respuesta masiva que tuvo a través de sus 17 ediciones, debido a la amplitud de su convocatoria; ya que posibilitaba la participación de pedestristas -libres y federados-, aerobistas y caminantes de todas las edades y condiciones.
Además, tomando en cuenta la procedencia de los mismos, que en promedio era solo un 40% de nuestra ciudad, alcanzando al 60% quienes llegaban desde otras ciudades, la llevó a alcanzar la importancia de unir deportivamente a provincias del centro y sur argentino.
En su desarrollo, el crecimiento que tuvo la posicionó entre las más importantes pruebas atléticas del país, incluso su prestigio pasó las fronteras. Así, además de reunir a las principales figuras del atletismo argentino, como el entrerriano Antonio Silio -campeón y recordista (argentino y sudamericano)-, y los campeones nacionales, el tucumano Juan Pablo Juárez y el neuquino Tranquilino Valenzuela; también lo hicie- ron destacados fondistas extranjeros.
Entre los nombres que nos visitaron muchos recordarán a los keniatas Paul Rotich, David Kemei y Philips Kandie, el mejicano Arturo Malaquías; la elite del fondismo brasileño, de la talla de Luis Antonio Dos Santos, Adeilton Dos Santos, Delmir Dos Santos, Milton Mattos, Paulo Fernández de Souza y Paulo García Adad, entre 1993 y 1995; Eder Moreno Filho (ganador en 1996), Luiz Carlos Ramos, Sidni Olivera Rocha y Rómulo Da Silva (ganador en el 2000).
Uruguay ha estado representada por sus campeones sudamericanos Néstor Gar- cía --vencedor en 1999--, Nelson Zamora, Washington Beleda, Juan Zamora y Cristian Rosales, este último dos veces ganador en juveniles.
Por su parte, el mediofondista santiaguino Juan Carlos Valencia (Colo Colo) la otorgó el toque internacional a la primera disputa, en 1986; tomando luego la posta Antonio Torres (1987) y Segundo Sandoval (1990 y 1991), siendo este último el representante del país trasandino mejor clasificado (en 1995 y 1999).
En cuanto a nuestro representantes, el bahiense José Luis Luna ganó la última edición (2002). Además, resultó 6º en dos oportunidades (1997 y 2000). En tanto que Víctor "Cacho" Susca, resultó 6º en 1986; Enrique Torres, 10º, en 1987; Guillermo Robaina 7º, en 1988, y Jesús Morreira, 11º en 1999.
Tres foráneos (en representación de clubes locales) lograron la mejor ubicación para la ciudad; el trasandino Andrés Olivero (Alumni), 13º, en 1989; Carlos Pérez (Baradero), representando a “La Nueva Provincia”, 10º en 1990 y mientras el chaqueño Francisco Torres (Villa Mitre), 20º en 1991, y 9º, en 1992.
Excelente nivel femenino
La campeona sudamericana Silvana Pereyra, de Brasil, impuso su calidad en la edición de 1994, a pesar de tener un inconveniente en la esquina de Salta y Estomba, cuando un auto la llevó por delante, no obstante prosiguió e hizo un buen tiempo de 27m 42s.
Mientras que de la elite argentina, sobresale el nombre de la tandilense Elisa Cobanea -9 veces ganadora-; además de la porteña Griselda González, ganadora en 1889 y 1990 y la entrerriana Claudia Camargo (1999), todas campeonas argentinas.
En tanto dejaron la victoria en casa Sandra Terán (Tiro Federal), en 1986; María Victoria Biondi (“La Nueva
Provincia”), en 1987 y Claudia Aldamondo (Asociación Alumni), en 1988.
De ayer a hoy
Una segunda etapa de esta competencia pedestre nació de una apuesta entre este cronista y un dirigente tendiente a demostrar que, debidamente organizada y aunque fuese en lapso de tres o cuatro meses, cualquier competencia pedestre superaría los 500 anotados, y no 50 -o hasta 100- que reunían habitualmente las carreras de calle en la ciudad -y en la región- en aquel momento (1986).
Y esta premisa quedó ampliamente demostrada con los 750 participantes de la cita inaugural, y que a partir del año siguiente triplicó este número, llegando a 2.500 atletas, para posteriormente estar siempre sobre los 3.000 competidores.
Tres fueron los trazados utilizados, 10.350 metros aproximadamente, en 1986; 12.018 metros, desde 1987 a 1999, y de 9.300 metros desde 2000 al 2002, en el Parque de Mayo.
La primera etapa de la convocatoria de esta editorial fue El Maratón de los Barrios, en la década de los 60, que tenía un marco netamente local y con una participación limitada -mayores solamente-, pero de muy buen nivel, con el campeón sudamericano Osvaldo Suárez.
Ahora, tras un paréntesis de 3 lustros, comienza a tomar forma la nueva convocatoria de esta editorial: un atrayente desafío, totalmente diferente, que se pondrá en marcha el venidero 1º de octubre.
Serán tres carreras, sobre diferentes trazados -asfalto, tierra y arena-, en tres escenarios totalmente distintos, con un importante premio final.