Mónica Cid espera un fallo ejemplar para el asesino de su hija Micaela
Mónica Cid asegura que espera “una justicia ejemplar” para el imputado por el crimen de su hija Micaela. También dice que prefiere no pensar en cómo será el día después. “Tengo mucha ansiedad y miedo”, afirma la mujer.
Mónica Cid carga con su dolor como puede. Se sienta y antes de hablar saca de una bolsa un cuadro con una foto de su hija y la frase “exigimos justicia por Mica”.
No puede ni trata de ocultar la tristeza que la acompaña desde el 29 de mayo del año pasado, cuando le dieron la peor noticia.
La impotencia es muy grande. Admite que el futuro es algo en lo que prefiere no pensar y para lograrlo ocupa sus días trabajando para que no haya otra Micaela Ortega (12), con las campañas y charlas de concientización sobre grooming.
“Si me preguntás qué proyecto tengo de vida, hoy te digo que es del 9 al 13 de octubre. Después tengo un abismo y no puedo pensar más allá. Estoy enfocada en esto y va a ser el final de todo, pero el comienzo de una gran ausencia”.
Durante esos días se llevará adelante juicio oral y público por el crimen de la adolescente bahiense, que estará a cargo del Tribunal en lo Criminal Nº 2 y en el que se juzgará a Jonathan Luna.
“Tengo ansiedad y mucho miedo a todo esto, que es algo desconocido para nosotros. No tengo ninguna duda que está todo muy claro”, sostiene acerca de lo que se viene.
“No espero otra cosa que una justicia ejemplar. Tengo las mejores referencias del tribunal que nos tocó. Esto puede hacer visibilizar que existe la justicia en Bahía”.
En su mente puede imaginar lo que sucederá durante las audiencias del debate, aunque no se anima a pensar en el instante final.
También cuenta que el dolor no da tregua.
“Estamos todos mal. Nos reunimos con Claudio (Ortega, papá de Micaela), porque más allá de que yo soy la encargada de estar al frente de la causa y en todos los detalles, necesitaba comunicarle algunas cosas. Entre el dolor y la angustia hablamos un poco y pudimos pensar juntos, pero es muy difícil. Es revivir todo a cada rato”.
Respecto a la actuación de la policía durante los 35 días que estuvieron buscando a su hija, considera que “subestimaron lo que pasaba en un principio, pero por desconocimiento”.
“Ellos no creían que Mi- caela había sido captada. Cuando hablaba de eso no tenía idea que estaba hablando de grooming, pero sí sabía que la respuesta estaba ahí. Pensaron que era una nena rebelde, que era una chica que se había peleado con la mamá y que el domingo o lunes volvería”.
“Esa hipótesis la mantuvieron unos días más, porque pensaban que capaz que la mamá hizo demasiado escándalo y la nena volvería cuando todo esté más tranquilo, porque los adolescentes son así. Con cada uno de ellos, que también se tomaron el derecho de opinar, ya lo hablé. Lamentablemente es por desconocimiento o ignorancia que hablaron”, agrega.