“No me sentía una víctima de trata”
Alika Kinan sufrió el sometimiento durante más de una década y se convirtió en una luchadora contra este delito.
“La lucha es la fuerza y yo soy la resistencia”. Así definió Alika Kinan su cruzada contra la trata de personas.
Lo sufrió en carne propia y sabe de lo que habla. Durante más de una década fue explotada sexualmente y admite que le costó mucho tiempo comprender que era una víctima.
En 2012 fue rescatada durante un allanamiento realizado en el cabaret “El Sheik”, de Ushuaia, y se convirtió en la primera mujer argentina en denunciar a sus proxenetas y al Estado por este delito.
Su labor contra esta problemática tomó gran dimensión y recientemente fue distinguida en Estados Unidos.
“No me sentía una víctima de trata. No podía entender que tenía ese carácter porque desconocía cómo se configuraba el delito, que es lo que sucede habitualmente”, comenzó diciendo esta mujer, madre de seis hijos, quien ayer estuvo en nuestra ciudad brindando un taller organizado por la ONG "Bahía contra la Trata".
Agregó que “luego del allanamiento me quedó en la cabeza dando vueltas qué era puntualmente eso que tantas veces había escuchado. En el momento del operativo entendía que mi vida era una m... Esto lo pude comprender, pero no entendía cuál era la relación con la trata, ya que yo consideraba que eso se refería al secuestro, que, en realidad, es un agravante del delito. Muchas víctimas no entienden el daño en sus derechos. Comprender el proceso es complicado y re- sulta un delito muy complejo, fundamentalmente porque daña la subjetividad de las mujeres”.
Afirmó que pelear contra la trata significa enfrentarse también “al narcotráfico, al delito organizado y el blanqueo de capitales”.
“Esto tiene una raíz, que es el consumo de prostitución. Si no existiera no tendríamos esta situación y sería más fácil poder luchar contra el tema”.
Del mismo modo, consideró vital asistir a las mujeres luego de ser rescatadas de esas organizaciones criminales.
“Después de los operativos, y es una crítica que siempre le hago al Estado, y no es que me paro en la vereda de enfrente a tirar piedras, es necesario que se brinde asistencia y contención a la víctima, ya que queda expuesta en el plano económico, porque no puede generar recursos para subsistir, y en su seguridad, porque se encuentra desprotegida ante los proxenetas, para quienes pasa a ser una amenaza”.
Alika aseguró también que creció la conciencia respecto del tema, y que en el país “hubo un avance en materia de derechos humanos”.
“Hasta ahora las mujeres prostituidas eran vistas solamente como prostitutas, no se hacía un análisis sociológico ni de trasfondo para ver qué había detrás de ellas. En los últimos 15 o 20 años se ha profundizado esta cuestión y nos encontramos con redes de trata, delitos organizados y situaciones que las empujan hacia esa situación”.
Finalmente, sostuvo que “las mujeres son conscientes de lo que pasa, están en pie de lucha contra la trata, la explotación sexual y la prostitución. Los hombres, por su parte, deben hacer una revisión sobre sus privilegios, porque gran parte de estos han dañado severamente los derechos humanos de las mujeres”.