Las polémicas pasantías suman elogios en Bahía
A diferencia de Buenos Aires, donde unos 30 colegios estuvieron tomados en rechazo a las pasantías laborales que prevé la futura reforma educativa, en Bahía Blanca cuentan con una gran aceptación. En la ciudad son cinco las escuelas técnicas donde se desarrollan las “prácticas profesionalizantes” habilitadas para los alumnos del último año de la secundaria.
En la Capital Federal unas 30 escuelas estuvieron tomadas por alumnos casi un mes. Rechazan la reforma educativa que el Gobierno anunció para 2018, la cual entre otros cambios prevé que los alumnos del último año de la escuela secundaria realicen pasantías laborales tanto en empresas como en entidades públicas.
Si bien, tal como los mismos alumnos admitieron, no se conoce en detalle cómo funcionarían dichas pasan-pasantías, los principales protestas hablaban de mano de obra gratuita para las empresas, menos horas para estudiar las materias de la escuela y alumnos trabajando en fábricas y empresas en condiciones precarias.
Si bien las correctamente denominadas “prácticas profesionalizantes” ya esta-estaban previstas por una ley nacional sancionada durante el gobierno kirchnerista, la implementación se realizaría recién ahora, primero en entidades de la Capital Federal y posiblemente luego en la provincia de Buenos Aires, aunque no necesariamente de la misma manera.
Para entender cómo fun-funcionan, de qué se tratan y qué oportunidades o desventajas implican para los propios alumnos, qué mejor que hablar de la realidad de Bahía Blanca, donde las escuelas técnicas ya las realizan hace tres años, tanto con
empresas grandes o medianas, como con instituciones públicas como la Municipalidad, la OMIC o el Consejo Escolar.
“Todos los chicos quieren ir”
En Bahía Blanca hay 5 escuelas técnicas: 4 estatales (Ingeniero White y las de calles Azara, Líbano y Florida) más una privada, el Instituto Técnico La Piedad. Las prácticas profesionalizantes se realizan no solo aquí, sino en cada una de las 252 escuelas técnicas de la provincia.
“Se llevan adelante dentro de un marco legal muy estricto, prolijo y cuidado, en el cual intervienen la escuela, las empresas, el Ministerio de Trabajo, Provincia Seguros, entre otros. Sin todos estos pasos, los chicos no empiezan las prácticas, que tienen un mínimo de 200 horas anuales pero suelen ser muchas más porque ellos quieren y porque de esa forma pueden hacer experiencia en más empresas”, explicó el director de la Escuela Técnica N°1 de White, Guillermo Pierolivo.
El docente contó que los 55 alumnos del 7° año están actualmente realizando prácticas en firmas como Dow Argentina, Profertil, Husal SRL Construcciones, Pampa Energía, el Hospital Penna y el Consejo Escolar.
Agregó que hay distintos tipos de pasantías, ya que si bien algunas se pueden hacer fuera de la escuela, otras ocurren dentro de los talleres del establecimiento para ayudar a la comunidad o un sector social, como podría ser un jardín de infantes.
“Los chicos están un máximo de 6 horas diarias haciendo las prácticas y en 2 meses suelen cumplir con las 200 horas mínimas requeridas por la materia. Pero cada vez estamos firmando más actas-acuerdo con distintas empresas e instituciones, por lo que los chicos aprovechan todo el año lectivo para hacer más experiencia. Para lograr esto van rotando los equipos de alumnos, siempre procurando que se desenvuelva cada uno en lo suyo: por ejemplo los técnicos químicos están en el laboratorio de Dow o del Penna, el electromecánico está en la planta y el electrónico en la parte instrumental”, detalló Pierolivo.
Los alumnos, en su mayoría de 18 o 19 años porque las escuelas técnicas tienen hasta 7° año, no tienen responsa- bilidades serias dentro de la empresa a la que asisten, tienen un tutor, están asegurados en caso de cualquier accidente y a sus tareas las supervisan los empleados a cargo.
Además, los profesores de la escuela recorren los distintos organismos o empresas para asegurarse de que se cumpla lo pactado.
Sobre el significado de estas pasantías para los jóvenes, Pierolivo sostuvo que “todos los chicos quieren ir, no hay uno solo que diga que no, menos todavía cuando les hablás de empresas importantes. Y es obligación mía como director brindarles oportunidades a todos, porque esto a quien más les sirve es a los chicos. En mi época de alumno había pasantías, pero solo iban los de mejor desempeño académico”.
Agregó: “El 90% de los padres de alumnos de primer año de una técnica quieren que sus hijos tengan un arma de defensa para incorporarse al mercado laboral. Nosotros comenzamos en 2015 con estas prácticas y de los 98 egresados hasta el momento, 28 tienen un empleo real, adquirido a través de las empresas en las que realizaron las prácticas, mientras que los otros 70 continuaron sus estudios en la universidad. Incluso algo bueno que hacen las empresas es acomo- darle los horarios a aquel que quiera seguir estudiando para que pueda hacer las dos cosas, ya que a las empresas también les sirve que el chico se capacite”.
Consultado por la posibilidad de implementar las prácticas profesionalizantes en otras modalidades de educación secundaria, como pueden ser las contables, naturales, artísticas o humanísticas, señaló:
“Yo digo que sí, es muy po- sitivo para otras modalidades, porque llevo 25 años de antigüedad en la educación técnica y lo que siempre se buscó fue cortar la brecha que había entre el alumno que egresaba y la realidad laboral. Nos pasa en todas las carreras y en distintos niveles educativos, ya sea secundario, terciario o universitario. Y hay que agregar dos cosas: por un lado que si bien hace muchos años estas pasantías podían convertirse en un trabajo maquillado, ahora se las analizó durante 5 años y se las encuadró legalmente de la mejor manera posible; y, por otro, que si bien realizarlas es obligatorio para el alumno del último año, nada ni nadie lo obliga a seguir trabajando después, ya que si lo desea puede seguir estudiando una carrera universitaria”.
“Muchos quedaron trabajando”
La Técnica 3, que durante décadas funcionó en Charlone y Castelli, hace ya dos años se ubica en Líbano 670. Las prácticas profesionalizantes comenzaron en 2013 y, año tras año, la totalidad del alumnado del 7° año las realiza.
“La experiencia de esta escuuela es excelente, desde el primer año tuvimos a todos los chicos de ambas modalidades –-Administración de las Organizaciones y Electromecánica-- en prácticas externas, con inserción en el mercado laboral, tanto en empresas como en organismos estatales, como la UTN, la OMIC y la Municipalidad”, comentó la directora Silvia Betancur.
“Las devoluciones que hemos recibido por parte de las empresas fueron en todos los casos muy buenas, sobre su responsabilidad, participación, inserción en el marco laboral y aporte de ideas. De hecho, muchos de los chicos de nuestra escuela quedaron trabajando en las empresas donde hicieron pasantía”, agregó.
Según Betancur, el hecho de que las empresas les abran la puerta a los alumnos, cuando en cualquier otro caso es al revés, es un lujo para chicos de 18 y 19 años. Aseguró que entienden que es un chico que todavía está en su etapa escolar y lo ayudan, lo complementan.
Acerca de la posibilidad de que estas prácticas se expandan más allá de las escuelas técnicas, sostuvo que “en algunas escuelas puede resultar un poco más difícil que en otras, dependiendo de cada
ciudad y su entorno laboral, que tal vez no tenga amplitud para todos, pero aun si no continúan trabajando en la empresa de la pasantía, la experiencia por sí sola es espectacular. Además, se llevan un diploma avalado por la empresa en el que constan las horas de práctica realizadas, que les aporta mucho para el currículum”.
Luego recordó que en el primer año de la experiencia “los chicos tenían ciertas dudas, pero a la semana ya se les disiparon y perdieron cualquier tipo de miedo. Bastó el primer año para que cada camada escuchara las cosas positivas de los años superiores y querer realizar masivamente las prácticas”.
En tres secundarias habrá prueba piloto
La inspectora jefa distrital de Educación, Inés Petris, anticipó que esta semana se capacitará a directivos de la ciudad y, en breve y hasta mayo, se realizará una prue- ba piloto de reforma educativa en tres escuelas secundarias de nuestra ciudad: la 8, la 19 y la 27.
“A diferencia de la Capital Federal, donde se habla de que están imponiendo una reforma, en la provincia es mejor el sistema porque nos consultan a padres, alumnos, docentes, directivos, y nos permiten entender de qué se trata y proponer ajustes. Bahía será el único distrito de la provincia con tres escuelas incluidas, ya que los demás tendrán solo dos. Los directivos se estarán capacitando esta semana y a la vuelta ya pondrán en marcha la experiencia en las escuelas, a priori hasta mayo, donde habría que hacer los ajustes para tener el proyecto definitivo de reforma”, explicó Petris.
Respecto de las prácticas profesionalizantes, opinó que “están buenísimas” y que “la realidad dista mucho de la idea de que los alumnos son mano de obra gratuita para las empresas”.