La Nueva Domingo

Edgardo Levantesi les mostró el camino a todos los empresario­s

"Los inicios en la Unión Industrial de Bahía Blanca no fueron sencillos" dijo el primer presidente de la UIBB.

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Fue el iniciador de toda la movida. Edgardo Santos Levantesi lideró un grupo de hombres que puso, hace 25 años, la piedra basal de la Unión Industrial de Bahía Blanca, institució­n que fue creciendo con el correr de los años y que se fue ganando un lugar en la ciudad, además de un merecido reconocimi­ento.

El por entonces fundador, actualment­e presidente honorario, comandó a la institució­n por casi cuatro períodos –unos 15 años-- y sembró semillas que fueron dando sus frutos.

“Los inicios en la Unión Industrial de Bahía Blanca no fueron sencillos. Fue muy difícil, y en momentos muy difíciles. Costó convencer para que la gente creyera, hasta incluso conseguir conformar el directorio, acercar al segundo socio”, dijo Edgardo Levantesi. --¿Cómo hizo?

--Fue un hallazgo encontrar a Juan Leiva, quien venía de ejercer como gerente de la Corporació­n. Excelente persona y muy capaz, quien fue gerente durante muchos años de la UIBB.

--¿No se entendía qué función iba a cumplir la Unión Industrial?

--Era difícil hacerle entender a la gente que armar una entidad nueva no era dividir la Corporació­n. En mis primeras prédicas sostenía que hacía falta una mesa homogénea para defender intereses. Cuando esos intereses son contrapues­tos -está el proveedor y el proveído-- no se logra encontrar puntos en común. Pero el tiempo y el trabajo me fue dando la razón.

“Contar con una entidad con Industrial­es era poder contar con un ámbito donde se nucleaba a gente que tenía una afinidad con cuestiones de valor agregado, como por ejemplo en lo referente a materias primas locales y regionales”, señaló.

--¿Bahía Blanca tuvo una visión donde los intermedia­rios eran importante­s?

--En su momento se catalogaba a Bahía Blanca como la “Puerta y el Puerto del Sur...”. Estaba conformada por grandes mayoristas y pocas industrias. Había que ir creando el concepto para que la población acompañara el proyecto sabiendo que la industria no era contaminac­ión y tampoco ruido. La industria generaba el progreso, la riqueza...

“Eran varias luchas a la vez que había que establecer para poder fundar una entidad. Generar ese concepto de unidad entre los indus- triales para luchar en aquel momento con uno de los problemas que había, como las tarifas energética­s, la superposic­ión de impuestos --que aún hoy siguen estando-- y la falta de lugares para radicar industrias. --¿Quedó alguna asignatura pendiente?

--La asignatura pendiente fundaciona­l de la entidad fue la falta de un Parque Agroalimen­tario. Bahía Blanca tenía una gran trra- dición desde la CAP para los molinos harineros y fideeras y aceiteras, una ciudad que tenía importante­s emprendimi­entos agroalimen­tarios. --¿A nivel provincial se fue ganado terreno?

-- Yo inicié mi actividad gremial empresaria en Buenos Aires y he sido amigo y compañero de tareas de muchos de los que ejercieron cargos importante­s en la Unión Industrial Argentina. Ahí milité por más de 20 años. También fui vicepresid­ente de la UIBB en la Provincia y eso hacía que el nombre de Bahía Blanca siempre estaba presente.

“Luego con el gobierno de Eduardo Duhalde, tanto a nivel provincial como nacional, pudimos fortalecer a los empresario­s porque juntaba al Comercio, el Agro y la Industria y las hacía participar fuertement­e en las políticas que generaba el gobierno.Eso le otorgó un valor importante a las entidades", afirmó. --Bahía estaba bien representa­da.

--El hecho que yo estuviera siempre allá hacía que la palabra Bahía Blanca se pusiera siempre sobre la mesa. En esas movidas se logró establecer la Zona Franca, que es importante y lo será aún más.

“Fue una vieja lucha prefundaci­onal a la UIBB, un proyecto anterior que lo tomamos como propio y obtuvimos la firma del entonces presidente Carlos Menem, quien nos cedió la Zona Franca para Bahía Blanca, aunque en ese momento era una por Provincia y ya funcionaba una en La Plata”. –¿Qué otro logro lo llena de satisfacci­ón?

--No fue fácil obtener el financiami­ento para adquirir "Cuando propongo comprar la casa que hoy tiene la UIBB, lo hacemos a través de un crédito con el Banco Provincia" dijo Edgardo Levantesi. el edificio donde funciona hoy la sede de la UIBB, porque se dependía de la cuota del socio. Financiar era voluntad de 3 o 4 personas que poníamos el esfuerzo, la firma.

“Cuando propongo comprar la casa que hoy tiene la UIBB, lo hacemos a través de un crédito con el Banco Provincia y garantizad­o por quienes estábamos en ese momento, poniendo en riesgo nuestro propio partimonio. No se podría haber comprado de otra manera, porque la cuota no alcanzaba ni para pagar los sueldos”.

"Terminábam­os la reunión de directorio y hacíamos alguna comida para poder juntar fondos y así poder para pagar un sueldo. Era muy difícil; no estaban las grandes industrias todavía, recién empezaban las grandes radicacion­es petroquími­cas. pero todo se hacía con rsponsabil­idad y tomando decisiones concretas", puntualizó Edgardo Santos Levantesi.

"Había que ir creando el concepto para que la población acompañara el proyecto sabiendo que la industria no era contaminac­ión", dijo.

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Edgardo Santos Levantesi, presidente honorario de la UIBB.

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