El Departamento de Jóvenes, con el impulso y la fuerza de la edad
Bajo una nueva conducción, en este caso de Fernando Colmegna, el Departamento de Jóvenes de la UIBB se fijó nuevos objetivos.
Los Jóvenes Empresarios representan la juventud emprendedora bahiense, fortaleciéndose como punto de encuentro con sus pares, donde debatir, intercambiar, reflexionar y accionar para el nacimiento y desarrollo de empresas y la concreción de objetivos comunes es su misión primordial.
“Este 25 aniversario de la UIBB nos encuentra creciendo. Se está profesionalizando día a día y eso motiva a esforzarse para posicionarla cada vez más alto”, resumió Colmegna, quien a los 34 años se hizo cargo de este departamento que ya tiene más de 10 años de existencia.
“La verdad que su creación fue un acierto y surgió como necesidad de un montón de instituciones, que necesitaba de la fuerza de la juventud para traccionar. Pero a esas ganas y empuje había que sumarle experiencia y la UIBB es el lugar ideal, porque nos dan el lugar, el espacio y la confianza para trabajar y crecer”.
Aprovechando el espíritu inquieto de los jóvenes que integran el departamento, sus miembros tienen participación directa en los distintos estamentos de la UIBB.
“Participamos prácticamente en todas las comisiones que tiene la entidad. No sólo cumplimos funciones en el Departamento de Jóvenes, sino de todo el organigrama. De ese modo, adquirimos experiencia de todos los lugares y la trasladamos a los demás integrantes del grupo”.
Colmegna manifestó que 35 personas acuden a las reuniones del Departamento y, de ese número, más de 20 participan activamente de la vida diaria de la UIBB.
“Es un buen número. C onsideramos que una de nuestras tareas es ser el nexo entre los empresarios jóvenes y los de mayor trayectoria, de pymes que recién comienzan a dar sus primeros pasos con empresas ya consolidadas. Esa labor de interrelación es muy interesante y fructífera”. --¿Qué te motivó para acercarte al Departamento?
--Todos quienes estamos en el Departamento vivimos las mismas situaciones en nuestros trabajos. Y no vamos a pasar el tiempo, sino qué hacer con el tiempo y de qué manera lo podemos hacer productivo, ya sea a nivel institucional, social o personal. De ese modo, me pareció importante sumarme a este grupo, aportar mi granito de arena y, a su vez, nutrirme de otras experiencias similares para ganar tiempo en las resoluciones.
--En ese intercambio de experiencias, ¿las problemáticas son similares?
--La diferencia es la escala. Cuanto más grande es una empresa, mayor son los riesgos y de mayor dimensión los inconvenientes. Pero, generalmente, los temas son centrales y giran sobre lo mismo en todas. Los préstamos, los impuestos, los costos de los insumos, las cargas sociales, son algunos de ellos. Las conversaciones redundan en lo mismo. --¿Qué te gustaría lograr al finalizar tu mandato?
--Más allá de que siempre decimos que el objetivo princi- pal es mantener el rumbo dejado por las conducciones anteriores, cada presidente le da su impronta a su gestión. En mi caso, me gustaría lograr mayor presencia de los jóvenes a nivel provincial y en la Sexta Sección. Por eso estamos desarrollando un muy buen trabajo en conjunto con la Unión Industrial de Buenos Aires.
“También estamos trabajando muy duro con comercio exterior para jóvenes y en ese sentido hay una estadística que es contundente: Chile tiene 18 mil jóvenes importadores y exportadores; Brasil cuenta con 45.000 y Argentina apenas 400. Es un mercado en el que se puede crecer”. --¿Están las condiciones?
--Se están generando condiciones que hay que aprovechar, pero para eso debe haber capacitación y aprendizaje para dar herramientas. En Bahía tenemos un Puerto ideal, en el que puede entrar y salir cualquier tipo de producto, porque se liberó la importación y exportación.