“Tengo unas ganas tremendas de jugar al básquet”
Juan Pablo Vaulet contó cómo se está recuperando, de qué manera lo afectaron las lesiones y sus objetivos.
Sábado a la tarde, el sol que asoma en Bahía después de una mañana lluviosa y Juan Pablo Vaulet que extiende su jornada de trabajo.
La misma incluyó, en primer turno, el entrenamiento diario con Bahía Basket, para después encerrarse en su departamento a limpiar. Allí donde, curiosamente, vive solo a pesar de compartir equipo con su hermano Santiago.
“Cuando él vino yo estaba instalado acá. Y este departamento es para uno. No tendría problemas de vivir con él, aunque tiene sus pro y sus contras estar acompañado”, entendió el cordobés.
De todos modos, si bien aclaró que conviviendo probablemente se pelearían bastante, esta condición de estar separados no es impedimento para compartir la mayor parte del día.
Y Santi, como el resto de Bahía Basket, estará atento al viaje de Juampi, el martes a Buenos Aires, para tener una consulta al día siguiente con el doctor Jorge Batista, el mismo que el 29 de junio lo operó de la calcificación del tobillo derecho.
-La pregunta del millón. ¿Cuándo estará en condiciones de volver a jugar Juan
“Las lesiones me enseñaron varias cosas, como a cuidarme, a trabajar en mis posibilidades y en la atención personal”, dijo Juan Pablo.
Pablo Vaulet?
-No sé. Estoy mejor, todavía haciendo únicamente trabajos diferenciados, nada con el grupo. Vamos a ver qué me dice el médico. -¿En qué etapa estás?
-Ya estaría en la etapa de empezar a moverme en la cancha y agarrar ritmo de básquet. Los plazos eran de tres a cuatro meses y ayer (por el viernes) se cumplieron tres de la operación. -¿En qué consisten los trabajos diferenciados?
-Primero hago la parte de kinesiología; después, pesas. Durante la recuperación es más importante esto que la parte de básquet, porque al estar tanto tiempo parado hay que volver a poner en forma el cuerpo. Y para tomar ritmo basquetbolístico, primero debés estar preparado físicamente. También, trabajo en elongación y postura, readaptando el cuerpo para cuando pueda volver a jugar. -¿Estás ansioso?
-Estoy un poco ansioso. Tengo unas ganas tremendas de jugar al básquet, porque los trabajos de recuperación son básicamente de kinesio- logía y gimnasio. Y, si bien algunos son divertidos, es totalmente diferente cuando empezás a hacer ejercicios de básquet. Ya quiero volver y jugar. Pero antes tengo que recuperarme bien, para después no sufrir dolores y molestias. La prioridad, ahora, pasa por estar bien físicamente.
-¿Qué pasa por la cabeza de un deportista profesional cuando pasa tanto tiempo parado? ¿Existe frustración, ansiedad, temores...?
-Ya había sufrido otras lesiones, por lo tanto esta vez estaba más preparado. Pero sí, cuando uno se lesiona en el fondo tiene sus dudas, sobre todo por la recuperación física, porque basquetbolísticamente se retoma el ritmo. -¿Qué enseñanzas te dejaron las lesiones?
-Las lesiones me enseñaron varias cosas, como a cuidarme, a trabajar en mis debilidades y en la atención personal. Hasta que uno no se lesiona, le resta valor al cuidado, al descanso y al entrenamiento a conciencia. Lástima que para darle importancia se pasa por un momento feo.