Sexta Sección: mientras el PJ se rearma, Cambiemos ya mira a 2019
El oficialismo apunta a los 5 distritos donde ganó el domingo pasado pero no gobierna. La clave: el plan de obras 2018. En el peronismo todos hablan de unidad, pero reclaman gestos.
En todas las elecciones hay vencedores y vencidos. Sin embargo, pocos en la Sexta Sección recuerdan haber visto un contraste tan marcado entre el optimismo que se respira en los bunkers de Cambiemos por estos días, y la mezcla de desazón e impotencia que se advierte en el peronismo.
No es para menos: el domingo pasado la coalición UCR-Pro-ARI-CC ganó las elecciones locales en 17 de los 22 distritos de la Sexta, y en diciembre ocupará 81 de las 149 bancas de ediles que había en juego (54,4%).
A nivel seccional la victoria fue aún contundente. Cambiemos ganó en 21 de los 22 distritos y con récord de sufragios (casi 238 mil), con lo que se garantizó 6 bancas de diputado (que podrían haber sido 8 si 1País no llegaba al piso mínimo). Y ni hablar de las listas provinciales: tanto para senadores como para diputados nacionales, terminó invicto.
“La Sexta fue la sección electoral donde mejor le fue a Cambiemos en toda la provincia. Fue algo excepcional”, reflexionó David Hirtz, intendente de Adolfo Alsina y referente del Foro de Intendentes de Cambiemos.
El jefe comunal exhibió los números electorales de la Sexta durante un encuentro de radicales que presidió esta semana el vicegobernador Daniel Salvador. El mensaje hacia arriba es claro: la región respondió por encima de toda expectativa a la gobernadora María Eugenia Vidal y al presidente Mauricio Macri.
“Todo indica que en 2018 no va a haber un programa como el Fondo de Infraestructura Municipal, pero no por eso habrá menos obras. En este marco va a ser clave la capacidad de gestión que tenga cada intendente, pero el respaldo que nos dio la gente nos da un plus de confianza”, señaló Hirtz.
El jefe comunal alsinense no es el único que por estos días habla del tema. También lo hace uno de los máximos referentes del Pro, Santiago Nardelli, quien anticipó que una de sus prioridades para el año que viene será “que se incremente la obra pública en la región” y la Sexta tenga “un lugar preponderante” en el reparto de fondos.
Para los armadores seccionales de Cambiemos, el plan provincial de obras 2018 tendrá un rol clave en lo que pueda ocurrir al año siguiente.
“Si seguimos en este rumbo -consideró Hirtz-, y la Provincia y la Nación siguen dando respuestas a las demandas de la gente en materia de transparencia y lucha contra la corrupción, no es descabellado pensar en sumar más comunas para Cambiemos en 2019”.
La mira está puesta en los cinco distritos donde hoy no gobierna la coalición y, sin embargo, ganó el domingo pasado: Saavedra (con el 48,2% de los votos), Daireaux (47,6%), Guaminí (43,1%), Benito Juárez (41,2%) y Tres Arroyos (37%).
En total, cuatro comandados por peronistas y, el último, por un vecinalista.
El desafío inmediato -aclaran- es potenciar a los dirigentes que puedan aspirar a desbancar intendentes opositores dentro de 24 meses. La reorganización
El peronismo, como sucede tras cada fracaso, empezó el operativo “reconstrucción”.
Los tiempos apremian porque, en mayor o menor medida, los 8 intendentes peronistas de la Sexta Sección sintieron los efectos de una división interna que viene creciendo desde 2013. Hoy algunos de ellos no sólo ven amenazada su gobernabilidad para los próximos dos años, sino también su continuidad o la de algún otro justicialista en el cargo de jefe comunal.
Como ya se dijo, apenas 4 lograron ganar el domingo pasado en sus respectivos municipios (3 por Unidad Ciudadana y el restante, el montehermoseño Marcos Fernández, por el FJ Cumplir).
“Si no nos unimos, vamos camino a otro desastre”, reflexionó esta semana un veterano dirigente peronista de la zona sur de la región.
En rigor, aún sumando los votos que se llevó el FJ Cumplir, ninguno de los intendentes de Unidad Ciudadana que perdió podría haber ganado. Sin embargo, la historia es otra si se adosan los sufragios que fueron al massismo.
Por eso las miradas del PJ seccional estuvieron puestas en la reunión que tuvo lugar este jueves en la sede capitalina de calle Matheu.
Allí se habló de reorganizar el partido, de unión, de arrancar de cero, de abrirse “a todos los compañeros peronistas que se sientan opositores a Mauricio Macri” y Referentes seccionales de 1País no rehúsan opinar sobre el supuesto interés del PJ por recuperar a Sergio Massa, pero aclaran que “el límite es el kirchnerismo”. de poner al PJ por encima de cualquier espacio electoral, incluido Unidad Ciudadana. Mensaje para Cristina.
"Estamos juntos y con la voluntad de abrir el partido, intentando volver a tener el protagonismo que siempre tuvimos; y para eso tenemos que estar todos adentro", dijo a la revista “La Tecla” el intendente de Laprida, Alfredo “Pichi” Fisher, uno de los consejeros del PJ seccional que estuvo en el cónclave.
El dirigente dejó al randazzismo y jugó para Cristina antes de las PASO, pero el jueves habló de “no subsumir al PJ dentro de una de las corrientes", en obvia alusión a Unidad Ciudadana.
En esa misma línea se expresó el intendente de Saavedra, Hugo Corvatta, quien dijo que el mensaje que los intendentes de la región llevaron a la reunión es que “Unidad Ciudadana fue una herramienta electoral, pero lo que tiene que predominar es el PJ”.
“Sobre esa base hay que construir”, enfatizó.
Además de Fisher, en la reunión estuvieron otros dos consejeros de la región: el intendente de Guaminí, Néstor Álvarez, y la diputada reelecta Marisol Merquel.
El único ausente fue el randazzista Alejandro Dichiara. Si bien se encuentra de viaje, Nueva.” dijo a “La que su espacio espera gestos concretos en favor de la unidad.
“A nivel central, el principal gesto es que nadie imponga candidatos, y mucho menos el kirchnerismo; en el plano seccional, que 2 de los 4 cargos de consejero que corresponden a nuestra sección queden para nuestro espacio”, sintetizó.
“Lo digo con el mayor de los respetos: la representación política del PJ seccional hoy no la tienen únicamente los 8 intendentes peronistas, sino también nuestro sector y el justicialismo de Bahía Blanca, encabezado por Marcelo Feliú", remarcó.
"Si todo entendemos esto y se da a cada espacio el lugar que le corresponde, sin dejar afuera a nadie, la unidad es posible ”, advirtió.
Otro gesto que espera el randazzismo es que los intendentes que jugaron para Cristina, cumplan su promesa de exigirle a la exmandataria que se sume a este operativo de reorganización como "una dirigente más".
1País
El mensaje de unión que lanzó esta semana el PJ -aseguran- incluye a Sergio Massa. Sin embargo, el líder del Frente Renovador mantiene la cautela, postura que también siguen sus referentes en la región.
“Hoy es momento de hacer una autocrítica, no de analizar este tipo de cosas”, dijo a Nueva.”
“La el diputado reelecto Pablo Garate.
De todas formas, el dirigente tresarroyense opinó que no habrá chance de unidad si el PJ no entiende que Cristina Fernández encarna “un liderazgo del pasado”.
“Para que haya unidad tienen que asumir en el PJ dirigentes que no estén asociados al pasado corrupto, el de la inflación y de la pobreza. El peronismo es la lucha por la movilidad social ascendente, la igualdad de posibilidades, la defensa de la educación y los trabajadores, pero también tiene que ser el de la transparencia y batalla contra la corrupción”, enfatizó.
“¿Por qué (Sergio) Massa, quien no tiene denuncia penal alguna en su contra, se uniría a un espacio donde están Cristina (Fernández), (Julio) De Vido, (Ricardo) Jaime y (Julio) López?”, añadió el legislador.
En el plano seccional -enfatizó- la situación es similar.
“Hay dirigentes como Marcelo Feliú, (Alejandro) Dichiara, Marcos Fernández y varios de los intendentes del PJ con los cuales se podría trabajar en conjunto, pero hay sectores del kirchnerismo, que tienen un historial de agresión hacia mí, con los cuales no comparto nada”, aclaró.