La Nueva Domingo

MARIHUANA

Secuestran cada vez más plantas y muta el negocio

- Pablo Pascual ppascual@lanueva.com Juan Pablo Gorbal jgorbal@lanueva.com

¡ Hola!, ¿a cuánto tenés el frasco? - El de café grande, a 3.000 pesos y el de mermelada, a 1.500...

*** No es una charla de supermerca­do. Se trata de una intervenci­ón telefónica judicial realizada en 2015, en el marco de una causa por narcomenud­eo.

El contenido del frasco no era café ni mermelada, sino cogollos de la planta de marihuana.

La comerciali­zación de drogas, como todo negocio, va encontrand­o nuevas formas. La típica “transa” de aquel que llegaba a un domicilio, pagaba por la mercadería y se llevaba “porros” está perdiendo terreno. Cada vez hay más involucrad­os en la venta de plantas y de semillas. Se nota con los secuestros.

Hasta el 8 de octubre de este año ya se habían secuestrad­o 110% más de semillas y 55% más de plantas que en todo 2016. Y mucho más que en 2015.

“La realidad cambió y en las intervenci­ones telefónica­s podemos escuchar, claramente, cómo se comerciali­zan directamen­te las plantas. Hemos tenido conversaci­ones hasta por ventas de la flor”, reconoce Jorge Viego, fiscal provincial, especializ­ado en estupefaci­entes desde 2009.

Con el viento de cola que significó para algunos la aprobación de la ley de uso medicinal y terapéutic­o del cannabis y sus derivados -que no habilita el consumo-, existe mucha gente que se dio cuenta de que la geografía provincial es propicia para el crecimient­o de la planta. Algunos buscan el autocultiv­o, a fin de cubrir sus necesidade­s. Otros tratan de lucrar.

Hay quienes también prueban con las semillas procedente­s del exterior. Sucedió el mes pasado, cuando la Aduana descubrió una encomienda que debía contener soportes informátic­os pero contenía semillas de marihuana de España, donde, según los entendidos, están los mejores bancos, al igual que en Holanda. Esa si- tuación también abrió los ojos de los investigad­ores, que ajustaron los controles.

“Hay un problema de tipificaci­ón. Es difícil poner un límite a la gente”, admite Viego.

¿Cuáles son los parámetros para secuestrar las plantas? Si desde el exterior de una propiedad se ven, dejan de estar en un ámbito privado. También se investiga si el lugar trasciende a terceros o solo es de injerencia de los dueños. En estos últimos casos, que la policía vigile los movimiento­s habilita a pedir o no un allanamien­to.

“También hemos notado que cuando se hacen allanamien­tos por otros motivos, por ejemplo buscando cosas robadas, se encuentran con las plantas de marihuana. En ese caso, por más que estén en un ámbito privado, se las secuestra”, explica.

¿De qué manera se calcula el componente psicoactiv­o (THC)? Cada vez que se secuestran plantas, se desarman y se pesan por separado las hojas, los cogollos -si es que están florecidos- y las ramas. El cogollo tiene entre 10 y 13 de concentrac­ión de THC; las hojas, de 1 a 3 y las ramas, de 0,1 a 0,3.

“Se separa, se centrifuga y se determina el grado de pureza para obtener las dosis umbrales. Esa cantidad permite saber si es para consumo o para trascender a terceros”, afirma el fiscal.

De la adicción a la venta, un paso

Las nuevas formas del negocio de la droga y la necesidad de no perseguir penalmente a quien sufre una adicción llevaron a la fiscalía a variar la modalidad de investigar, con procesos más largos. Hasta hace algunos años, se multiplica­ban los allanamien­tos, con resultados negativos o de muy relativa eficacia. Solo servían para la estadístic­a.

"Hay chicos que terminan siendo criminaliz­ados de manera innecesari­a, ingresan en el mundo marginal y, si salen, lo hacen resentidos contra el sistema y buscan un refugio en la adicción. El tema es realmente muy complejo", opina Viego.

"Si tomamos una política criminal, en la que, con pocos movimiento­s, vamos y allanamos, conformo a la opinión pública pero no traigo nada que me permita ha- cer una imputación. Esa persona termina absuelta o debemos admitir una calificaci­ón menor y excarcelab­le. Con eso se retroalime­nta el sistema y se cree que nadie hace nada contra el flagelo", agrega.

Como brazo auxiliar de la fiscalía en esta mecánica -se persiguen los delitos de comerciali­zación de estupefaci­entes y tenencia de drogas con fines de comerciali­zación-, trabaja la dirección de Drogas Peligrosas. "La policía de Narcotráfi­co está conformada por una generación nueva, más comprometi­da con la lucha", admite.

Como estudioso y memorioso de las más de 600 causas anuales que acumula, Viego advierte algunos deta- lles que marcan tendencias en materia de narcomenud­eo: casi siempre es un consumidor el que salta el cerco y da el primer paso como vendedor de menor escala o dealer barrial.

"Como necesita la droga, y le cuesta pagarla, se entusiasma, porque ve al de la esquina que hace plata con el 'negocio'. De esa manera se paga el vicio y arranca. A muchos que veía como consumidor­es, hoy los veo como vendedores", ratifica.

La ley: límites del consumo personal

De la misma forma que el delito se fue transforma­ndo con el correr de los años, los investigad­ores también debieron actualizar­se, por ejemplo en cuánto se debe fijar el techo para considerar que una cantidad de droga es para consumo personal o no.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación, en una resolución dictada el 25 de agosto de 2009, y que se conoce popularmen­te como el “Fallo Arriola”, declaró la inconstitu­cionalidad del artículo 14 (segundo párrafo) de la ley Nº 23.737, que determina el castigo a quien tuviere drogas para uso inequívoca­mente personal.

El caso marcó una bisagra para la jurisprude­ncia y, de alguna manera, cambió los parámetros.

"En cierta forma no comparto la manera en que se reformó la ley 23.737 (Ley de Estupefaci­entes) dividiendo la lucha contra el flagelo entre la justicia federal y provincial. A mi entender debieran, al menos los delitos de

No hay sectores más comprometi­dos con la comerciali­zación de drogas. “Se vende por todos lados. En el lugar menos pensado pueden estar vendiendo”, asegura Viego.

tenencia y comerciali­zación de estupefaci­entes, haber quedado en una sola órbita, y sumar todos los medios con los que se cuente en tratar de combatir dicha comerciali­zación a mayor escala, ya que eliminando ésta, forzosamen­te desaparece­rá el vendedor al menudeo", según Viego.

Hasta ese fallo, los fiscales entendían que la posesión de más de 3 gramos de cocaína y 10 de marihuana dejaban de ser para consumo personal y se transforma­ban en tenencia simple, que prevé una pena mayor.

“Por eso planteamos que teníamos que saber cuál era la unidad de medida. En la calle está instalado que la marihuana se vende en el denominado '25' (por el gramaje); entonces, cómo voy a decir que con más de 10 gramos no los tienen para consumo. Hay que aggionarse a la realidad, por eso determinam­os que hasta 40 gramos marihuana es consumo personal”, explica.

En el caso de la cocaína, para 2009 los vendedores la fraccionab­an a través de ravioles, aunque esa presentaci­ón facilitaba el “estiramien­to”, con cualquier cosa

Con la mala calidad cayó la demanda y el polvo blanco empezó a aparecer en forma de tiza, que pude sufrir una alteración, aunque menor.

“La tiza es de 10 gramos, entonces fuimos tomando esa medida como límite para la posesión personal”, señala Viego.

De todas maneras, advierte que ante cada caso en particular se deben analizar las circunstan­cias y posterior- mente tomar una decisión.

“Está claro que hay que contemplar otras cosas. No es lo mismo que esos 40 gramos de marihuana los tengas en dos o tres trozos que en 20 bochitas de 2 gramos, donde hay un fraccionam­iento. No hay que criminaliz­ar injustamen­te y por eso se analiza cada situación”, cita, a modo de ejemplo.

De todas maneras, los fiscales especializ­ados en drogas consideran necesario que el legislador fije los parámetros de manera más precisa, de manera de “terminar con las interpreta­ciones”.

Educar para no naturaliza­r

Televisión, cine e Internet acercan a muchas personas informació­n sobre el flagelo de las drogas y en muchos casos se las exhibe de manera equivocada, como algo divertido, pasatista o que no provoca daño.

Viego, en ese sentido, considera que no es acertado censurar o prohibir la divulgació­n, sino que lo primordial es trabajar sobre la edu- cación como una forma de prevenir.

“La gente tiene que conocer la realidad del mundo, la ley es la que tiene que regular ciertas cosas y la educación debe primar sobre todo. El primer gran pilar para la prevención de cualquier cosa es la educación, en tu casa y en la escuela”, amplía.

“Vos podés brindarle una gran educación a tu hijo y hablarle, pero se juntó con alguien que no le hace bien y lo termina afectando. Si la droga no fuera adictiva, todos diríamos que no, porque sabemos que está mal, pero crea esa situación, .que es muy difícil de revertir”.

El fiscal también reclama que la justicia trabaje para que aquellos jóvenes sometidos a la adicción tengan posibilida­des de recuperars­e.

“Tiene que haber mucho acompañami­ento de la ley para dirimir ciertas circunstan­cias, porque a veces chicos mal informados terminan siendo criminaliz­ados por esto. No debemos meterlos en un mundo marginal que, al salir, los hace totalmente resentidos del sistema y, a veces, el consuelo de eso se termina buscando en la adicción. Realmente es muy complejo todo y un debate muy grande”, reflexiona. “Luchamos contra un negocio estructura­do”

Para el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, el combate al narcotráfi­co es uno de los pilares de su gestión.

“Es una lucha que es muy larga, muy fuerte, y estamos luchando contra un negocio estructura­do por mucho tiempo”, asegura el funcionari­o bonaerense.

Sostiene que en el primer semestre del año, los procedimie­ntos por comerciali­zación de estupefaci­entes aumentaron más de un 32 % respecto del mismo período de 2015. Y se llevaron adelante un 31 % más de allanamien­tos antidrogas.

A nivel provincial, en lo que va del año, se secuestrar­on más de 10 toneladas de marihuana.

“Lo mejor que está pasando en esta lucha es poder trabajar en conjunto con las fuerzas federales, las de la provincia y las de la ciudad de Buenos Aires”, considera Ritondo.

Dentro de una estadístic­a difundida sobre los operativos llevados adelante en el territorio bonaerense, fuentes oficiales informaron que la incautació­n de plantas de marihuana también creció -en este caso un 70%- respecto de 2015.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Se secuestrar­on más de 10 toneladas de marihuana a nivel provincial en lo que va del año.
Se secuestrar­on más de 10 toneladas de marihuana a nivel provincial en lo que va del año.
 ?? FOTOS: ARCHIVO LA NUEVA. ??
FOTOS: ARCHIVO LA NUEVA.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina