Un día gris para el fútbol de nuestra ciudad
San Francisco y Libertad, ya sin chances de clasificación a los playoffs, debían enfrentarse ayer en el Gustavo Novoa por la décimoquinta fecha de la Liga del Sur, con la única ilusión de cerrar el año con una victoria.
Pero, lamentablemente, el partido no pudo desarrollarse, ya que, a minutos de la hora establecida para el inicio, los directivos de ambas instituciones decidieron, de mutuo acuerdo, darlo por suspendido por inconvenientes con las medidas tomadas por los efectivos policiales para desarrollar el operativo de seguridad.
Según el árbitro Marcos Gómez, "la directiva del elenco local, con el apoyo de un integrante de la comisión de Liga del Sur, planteó su disconformidad con las condiciones que imponía la policía y decidieron no disputar el encuentro".
Jorge Dambolena, presidente de San Francisco, declaró que estuvieron toda la semana aguantando las desprolijidades de la policía y argumentó: "Yo no estoy para trabajar para los demás".
Con mucha bronca e impotencia ante lo sucedido, fundamentó que estuvieron toda la semana "aguantando las idas y vueltas de la policía".
Por su parte, uno de los efectivos policiales alegaron que tan sólo cumplían órdenes de Aprevide, donde les exigían una cantidad mínima de policías por cada partido de fútbol que se disputáse en el torneo local.
Resta saber la decisión que tomará el Concejo Directivo de la Liga del Sur en el recinto de 11 de abril 77 el próximo miércoles.
Lo cierto es que volvió a escribirse una página que debería ser irrepetible en el deporte de nuestra localidad, y de esta manera, se termina el año para ambos planteles, con un encuentro que iba a ser prácticamente intrascendente, pero que terminó ganando protagonismo debido a un suceso poco usual.
Es fundamental limar las diversas asperezas y proteger a las instituciones más humildes de Bahía Blanca para que estas puedan seguir de pie.