Sufrió un robo y se quiere mudar
Belén Puyó se ausentó unos minutos y ladrones ingresaron a su departamento. Sustrajeron varios objetos.
“Cuando denunciamos el hecho, la policía nos dijo que podían ser la misma gente del edificio. Más allá de nuestras sospechas, lo que estoy segura es que me quiero ir de acá”.
Belén Puyó no pudo ocultar la indignación e impotencia que sufrió anteanoche, cuando delincuentes apro- vecharon que se ausentó unos pocos minutos de su departamento para forzar la puerta y sustraer una importante cantidad de elementos.
El hecho se produjo en el complejo ubicado en Vieytes 1140 y no es el primero que ocurre en el lugar.
“Salí como mucho 10 minutos a pasear el perro y cuando llegué me encontré con la puerta destrozada. Lo primero que pensé es que to- davía estaban adentro. Por lo visto nos tenían apuntados, porque fueron directamente a la pieza, dieron vuelta todo y sacaron lo que estaba más a la vista”, comentó la joven.
Explicó que el robo ocurrió poco después de las 21, y que los delincuentes intentaron acceder a una vivienda contigua a la que alquila, aunque a su vecina no le robaron.
Describió que los desconocidos se apoderaron de dos computadoras, una PlayStation 3, una cámara fotográfica y dos mochi- las.
“Yo y mi vecina dormimos toda la noche con las puertas abiertas, porque destrozaron ambas. Son dos departamentos que están pegados, aunque solamente me robaron a mí. Por suerte no tenía plata, aunque igualmente me mataron, porque en la mochila tenía todas las cosas de mi trabajo. También había lentes, ropa y otras cosas”, agregó.
La damnificada sostuvo que “estoy segura que me estaban relojeando. Ahora, la policía está investigando para determinar cómo fue el robo”.
“Acá entra gente todo el día y a las 21.06 el vecino escuchó golpes fuertes, por lo que seguramente fue cuan- do patearon las puertas”.
La joven se mostró preocupada por la situación, debido a que “hace tres meses atrás ya le habían robado a la chica de al lado y ahora pasa esto. Para mí siguen entrando por la puerta principal, pero lo llamativo es que hace un mes cambiaron la cerradura y pusieron una codificada, por lo que no puede ingresar cualquiera. Además, yo cerré con llave antes de irme”.
Ambas inquilinas debieron pasar la noche con la puerta abierta.
“Terminamos a la madrugada de hacer la denuncia y a las 7 ya estábamos despiertas, por el temor y esperando el cerrajero y el herrero”, finalizó diciendo.