Seguirá preso hasta el juicio por un homicidio
La Cámara Penal ratificó la prisión preventiva de uno de los acusados por la muerte de Ramiro Gómez, quien fue baleado en una estación de servicio.
Ever Luis Bares (23) está acusado de haber conducido el Chevrolet Corsa en el que el pasado 7 de agosto trasladó hasta la estación de servicio de Falucho y Parchappe al joven imputado de asesinar de un disparo a Ramiro Gómez (22).
Para la justicia su aporte resultó fundamental para la consumación del crimen y por ese motivo determinó que permanezca detenido hasta la realización del juicio oral.
En las últimas horas la Sala II de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal confirmó su prisión preventiva, al sostener que el sospechoso “habría prestado dolosamente al autor del homicidio un auxilio sin el cual el hecho no se habría podido cometer”.
De esa forma, los magistrados Guillermo Petersen, Alfredo Hernán Mones Ruiz y Guillermo Emir Rodríguez, no hicieron lugar a la apelación del abogado defensor Juan Manuel Martínez y ratificaron la decisión de la jueza de Garantías Nº 4, Marisa Promé.
Como se informara, Gómez fue atacado en el playón del comercio, cuando una persona descendió de un vehículo y le disparó.
El joven fue trasladado de urgencia al Hospital Penna, aunque algunas horas después se produjo su deceso.
Bares y Miguel Hernán Morales (26) -procesado como autor material de la muertefueron arrestados por la policía tres días después, cuando al parecer escapaban hacia la provincia de Misiones.
Al declarar ante el fiscal Mauricio Del Cero, el acusado dijo no haber sabido que el otro individuo estaba armado y que concurrieron a la estación para cargar crédito en un celular y comprar cigarrillos.
También sostuvo que se sorprendió cuando Morales descendió del rodado en movimiento.
En su resolución, los jueces indicaron que la filmación captada por las cámaras de seguridad del expendio de combustibles “desacredita su versión”.
Agregan que el imputado de ultimar a Gómez bajó del auto empuñando el arma, descartando que la tuviera oculta o la sacara al descender.
Sostuvieron que mientras la víctima era baleada, Bares permaneció en el Corsa “observando pacíficamente la escena y aguardando a que el autor suba al auto para huir”.
De ese modo, expresaron que la evidencia permite inferir la existencia de un acuerdo “espontáneo y táci- to” entre Morales y Bares, “en virtud del cual el primero habría contado con la colaboración de este último para llevar a cabo su designio”.
En este sentido, refirieron que el imputado habría aceptado, al menos eventualmente, “las consecuencias de la conducta que Morales se disponía a ejecutar”.
Destacaron que ambos acusados se fugaron juntos sabiendo que Gómez había fallecido y con el claro objetivo de eludir el accionar de la justicia.
En el caso de Bares, entendieron que el hecho de haber abandonado el auto, cambiarse de ropa, ocultarse en la casa de otras personas y descartarse de su teléfono celular, “resultan racionalmente más afines a las acciones de alguien que acaba de participar de un delito, que a las de quien no tuvo nada que ver con el mismo”.