Borges por Bahía

Hace 68 años, en noviembre de 1949, disertó en Bahía Blanca el escritor Jorge Luis Borges, uno de los grandes hombres de la literatura universal.

Cincuenta años de vida había cumplido Borges ese año, el mismo en que publicó El Aleph, su reconocido libro de cuentos. Por ese tiempo era duramente hostigado por el gobierno de Juan Domingo Perón, el cual lo había destituido como empleado que era de la Biblioteca Municipal Miguel Cané, designándolo -en un burdo intento de humillacióninspector de aves y conejos del mercado público porteño.

Lo cierto es que, pese a todo, Borges comenzaba a ser reconocido como “el más distinguido escritor del país y uno de los mejores prosistas del idioma español”, lo cual le abrió las puertas para la presentación de charlas en todo el país.

A nuestra ciudad llegó luego de un viaje de doce horas en el tren vía Pringles. Fue recibido en la Estación Sud por miembros del Colegio Libre de Estudios Superiores, gestores de su visita.

Una sala colmada por una “selecta concurrencia” en el edificio de Mitre y Rodríguez (actual sede de la CGT) daba cuenta del interés por escucharlo. Su primera disertación fue sobre el poeta Almafuerte.

“En la Argentina los autores resultan menos interesantes que sus libros. Almafuerte, sin embargo, es una excepción, puesto que si su obra es admirable, su personalidad lo era más todavía”. Dijo luego que el poeta había ideado una “mística del fracaso”, coincidente con el pesimismo instintivo del criollo”.

Un día después, Borges hizo una segunda presentación, esta vez para hablar sobre “La novela policial”, tema que lo apasionaba. “Es un género que satisface dos cosas del espíritu humano: la necesidad de misterio y la necesidad de la razón”, expresó.

Jorge Luis Borges sigue siendo un referente literario, de constante vigencia.