La Nueva Domingo

El legado de la beata Laura Vicuña da la vuelta al mundo

-

Laura del Carmen Vicuña Pino nació en Chile, se cree que en la zona de Los Angeles, mucho más al sur de Santiago. En su corta vida pasó de todo: frío, hambre y hasta acoso por parte de las parejas de su madre que aseguran los historiado­res, nunca llegaron a un abuso.

La Hermana Elda Scalco, de la congregaci­ón de María Auxiliador­a, analiza su vida y el por qué su legado posee tanta actualidad en el mundo de hoy, 113 años después de su muerte, en el libro “Laura Vicuña. Contexto histórico, cultural, religioso de ayer y hoy”.

“Hice una licenciatu­ra en Santiago de Chile y me di el lujo de escribir sobre una niña cuya vida fue puro amor y devoción para Dios y su madre. Laura tuvo una corta vida, plagada de sufrimient­os, pero ella nunca dejaba de dar gracias y rezar, y ahí radica la vigencia de su mensaje de amor, por eso tanta gente viene hasta Bahía Blanca a visitar sus restos y conocer más de su historia”, cuenta.

En la última revisión histórica de la vida de la beata, se conocieron detalles de su llegada a la Argentina y de su vida.

“Según se pudo constatar, doña Mercedes con sus dos hijas, Laura y Julia Amanda cruzaron la Cordillera hu- yendo de la situación de violencia que se vivía en su casa. Pero esto recién hace 10 años que se sabe, y forma parte de una investigac­ión que sigue en curso porque hay todavía cosas que no cierran. Por ejemplo, cómo hicieron para llegar a Argentina ya que había más de 1000 km de distancia desde su hogar hasta donde se instalaron y no existían los transporte­s”.

Por ese entonces, se supo que la madre de “Laurita” era una simple costurera que al no tener un lugar para vivir con sus hijas, se unió a un conocido empresario de caballos de carrera, con mucho dinero, de unos 38-40 años, de nombre Manuel Mora y oriundo de Bahía Blanca.

“La nena se dio cuenta de lo que era este hombre. Un alcohólico y violento que solía pegarle a la madre al punto de hacerla su esclava y marcarla con los hierros que usan para los animales y así presumir que ella era 'de su propiedad'. Laurita no podía entender cómo su madre no podía romper con este vínculo tan terrible”.

Tal era el odio y la lujuria con la que este hombre miraba a la pequeña, que se las ingeniaba para huir cuando él llegaba, que terminó por internarla en el colegio de pupilas de María Auxiliador­a que estaba recién inaugurado, en pleno casi desierto de Junín de los Andes.

“De todos modos ella hablaba de su colegio como “mi paraíso”. Esta nena sufrió fríos terribles y todos los horrores que nos podamos imaginar. Con tal de no estar en su casa con este hombre, Laurita se iba y pasaba las noches heladas entre los matorrales. Todo este sufrimient­o lo supo llevar con un amor extraordin­ario a su madre. Era una niña mortificad­a y sufrida, hacia de todo para agradar a Dios para que su madre saliera del pozo donde estaba e hicieron que la nena ofreciera su vida para que su madre volviera a vivir como una mujer digna”, resumió la Hermana Elda.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina