Varios distritos mostraron algunas complicaciones en el suministro de agua
Los vecinos de Stroeder, Villa Ventana, Coronel Suárez y Punta Alta son los que peor la vienen pasando en lo que va de enero. Un combo fatal: altísimos niveles de consumo, deficiente infraestructura y falta de inversiones.
Los vecinos de Stroeder denuncian que no tienen agua casi todo el día. ABSA está terminando una obra que, se supone, traerá algo de alivio en pocos días.
El verano no cumplió un mes y ya dejó una de las semanas más tórridas que se recuerden en Bahía Blanca y la región, con máximas que rondaron los 40ºC y sensaciones térmicas por encima de ese registro. El calor, como se preveía, llegó acompañado de problemas con la provisión de agua en varios puntos de la región.
De acuerdo con un sondeo Nueva., de La al menos cuatro distritos tuvieron problemas graves esta semana, en todos los casos por la falta de infraestructura adecuada para soportar el enorme pico de demanda que se produjo entre el fin de semana pasado y el último viernes.
El que peor la está pasando, sin dudas, es Patagones. Allí el problema está localizado en Stroeder, localidad que, desde hace al menos tres semanas, sufre el corte casi permanente del servicio.
“Los vecinos no tienen agua casi todo el día. El líquido llega a la red a las 20, sin presión, y no alcanza para llenar los tanques domiciliarios”, contó la concejal Norina López (Cambiemos).
“Esto es porque ABSA no hizo las inversiones que debía —disparó—. El año pasado, el intendente José Luis Zara había acordado con la empresa la instalación de un tercer módulo potabilizador para Villalonga y Stroeder, pero se retrasaron y recién lo están terminando ahora”.
La versión de ABSA es que la localidad está recibiendo entre 600 y 700 metros cúbicos de agua por día a través del acueducto que nace en Villalonga, más lo que acarrean ocho camiones cisterna provenientes de Pedro Luro.
Sin embargo —asegura—, se registra un consumo de 370 litros diarios por persona, lo que provoca que el sistema no dé abasto para satisfacer la demanda. Consultados Nueva., por La los vecinos niegan enfáticamente que estén siquiera cerca de consumir esa cantidad.
Más allá de esta discusión, esta semana se confirmó la llegada a Villalonga del módulo potabilizador que ABSA instalará para mejorar el abastecimiento a esa locali- dad y Stroeder. La puesta a punto del equipo comenzará mañana; una vez en marcha, se cree que la producción crecerá un 50% y Stroeder recibirá entre 900 y 1.050 metros cúbicos por día.
“Ojalá que alcance, porque nunca había pasado algo así —sostuvo López—. Con semejante calor, viento y tierra, y nada de agua, la situación es insostenible. Desde Navidad la situación es crítica”.
Todo mal con el SPAR
Tornquist también tuvo problemas con el agua en lo que va de enero. La localidad que peor la está pasando es Villa Ventana, donde la presión en la red bajó a niveles críticos durante algunas jornadas y varios vecinos sufrieron el corte del servicio. A tal punto llegó la situación que el municipio dispuso cortar a diario el suministro a la red, de 22 a 7 , para permitir el llenado de los tanques cisterna.
La causa del problema no es la falta de agua, sino las serias deficiencias detectadas en el acueducto Esmeralda, que impulsa agua a la localidad desde los pozos de extracción de El Pinar. La bronca del intendente Sergio Bordoni fue tal que no ahorró crítica alguna hacia el ente provincial que hizo la obra.
“Fue vergonzosa la tarea del SPAR (el Servicio Provincial de Agua y saneamiento Rural), tanto en la gestión anterior (con Juan María Viñales) como en la actual (con Ignacio Gómez)”, disparó.
Según señaló, ABSA constató que la falta de presión en la villa se debía a la rotura de caños y no al mal funcionamiento de las bombas, ni a la falta de agua.
“Las inspecciones de la obra (por parte del SPAR) fueron un desastre. Se utilizaron insumos que no eran los adecuados; en las unio- nes (de caños) se colocaron materiales para instalaciones hogareñas”, puntualizó.
“Además, en el acueducto instalaron un caño tan ordinario que la misma presión del agua hizo que reventara”, señaló.
Bordoni dijo que el SPAR nunca le permitió al municipio inspeccionar los trabajos.
“Dos meses después de que nos entregaron la obra aparecieron los problemas. Otro ejemplo: la línea trifásica que alimenta al sistema va por la misma zanja de los caños de agua. Para trabajar tuvimos que cortar la tensión en toda la línea, porque era un riesgo para los obreros. Hicieron mal las cosas porque quisieron”, fustigó.
“El acueducto no contaba con válvulas de corte entre pozo y pozo. La que se colocó ahora la trajo ABSA. La gobernadora María Eugenia Vidal hizo lo correcto al disolver el SPAR; era un agujero negro”, opinó.
Bordoni dijo que, ante las falencias detectadas, se dispuso llenar las cisternas, colocar un tapón en el acueducto y realizar reparaciones provisorias que —reconoció— son “pan para hoy y hambre para mañana”.
“Días pasados estuve en La Plata y comencé las gestio-