Súper T no baja los brazos y hasta ¡tiene un aliado!
úper T, como todo superhéroe, necesitaba un aliado y lo encontró en su hermano Juanse, quien a sus cuatro años se transformó en “Pequeño J” y no lo deja solo ni a sol ni a sombra.
Juntos han viajado muchas veces a Buenos Aires, con mamá Florencia Mazzuchelli y papá Sebastián Cornago, desde que a Thiago le descubrieron un neuroblastoma retroperitoneal en octubre de 2016.
Ahora Thiago, alias Súper T -consagrado superhéroeatraviesa con éxito la segunda gran batalla contra este villano que reapareció en su organismo en setiembre pasado llevándolo a transitar otra etapa del tratamiento mucho más intensa que la primera.
"Según la última tomografía y el centellograma óseo Thiago se encuentra libre de enfermedad, por lo menos
Sen las imágenes", contó su mamá.
El siguiente paso, que se llevará a cabo mañana, consiste en un autotrasplante de médula ósea, que lo mantendrá aislado durante un tiempo y que busca fortalecerlo para evitar lo más posible las futuras recaídas. Su historia conmovió a la comunidad bahiense no solo por la fortaleza de Thiago -alumno de La Inmaculada y jugador de básquet en Estudiantes- y de la familia sino porque él mismo tuvo la iniciativa de escribir un libro sobre su experiencia, intercalando anécdotas, prácticas médicas, paseos, mensajes, fotos de visitas y regalos.
Llamó a su libro “Esa Maldita Papa", en referencia al "bultito" o "papa" que el médico Mario Marzialetti le dijo, en su momento, que había que sacar.
Thiago fue operado por primera vez en el Hospital Italiano de Buenos Aires el 9 de febrero de 2017. Antes pasó por cuatro sesiones de quimioterapia. En marzo le dieron el alta y todo parecía marchar sobre rieles.
El apodo de Súper T nació en complicidad con una tía quien le dijo : “Vos sos un superhéroe “Por qué no te dibujás?” Y le diseñó un traje a medida sugerido por él.
“En los controles de setiembre, en una tomografía aparecieron unos nódulos en el mismo sector retroperitoneal", contó su mamá.
Tras la biopsia la batalla volvió a empezar. Esta vez el tratamiento fue más agresivo e incluyó seis ciclos de quimioterapia con sesiones de lunes a viernes.
"Fue ambulatorio por lo que una vez luego de cada sesión podíamos irnos al departamento", comentó.
Entre las sesiones y los controles, la familia pudo hacerse varias escapadas a Bahía, a visitar amigos y familiares.
En Buenos Aires, una de las visitas más especiales fue a la cancha de River ya que los tres Cornago son fanáticos del millonario. Los jugadores le firmaron la camiseta a Thiago y Leonardo Ponzio lo llevó de la mano al vestuario y a la cancha. Rodrigo Mora le regaló una pulserita que no se sacó más.
“Estaba feliz, sacó fotos y pudo ir a la cancha a ver dos partidos”, contó Flor.
El pasado martes la familia Cornago realizó una visita guiada por en la que Thiago pudo mover una bobina de papel de 200 kilos.
¡Qué fuerza Súper T!