El mundo se quedó a oscuras en “La Hora del Planeta”
"Apaga la luz y conéctate con el planeta" es el lema de 2018 para la Hora del Planeta. Es más que apagar las luces, es un compromiso. Casi 200 países y millones de ciudadanos. Y un gesto: irse a negro para recuperar la luz. Porque el planeta se está apagando día a día. El cambio climático es ya una de las grandes amenazas.
El mundo vive los períodos más cálidos de la historia, prolongadas olas de calor y sequías, fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes y una pérdida de biodiversidad sin precedentes.
De seguir así, en 60 años perderemos la mitad de la flora y la fauna, la mitad de la vida", decía el comunicado que instaba a sumarse.
Después de la Opera de Sidney o los rascacielos de Hong Kong, el Kremlin moscovita y la Torre Eiffel parisina se unieron ayer a la "Hora del Planeta", sesenta minutos de oscuridad para recordar el desafío del cambio climático y la importancia de salvaguardar la naturaleza.
Esta "Hora del Planeta", cuya primera edición comenzó en Australia en 2007, fue seguida en total por millones de personas en 187 países, que fueron apagando sus luces a las 20.30 locales.
Las torres Petronas de Kuala Lumpur, la torre Burj Khalifa de Dubai, la Acrópo- lis de Atenas, la basílica de San Pedro en Roma, se unieron una vez más al acontecimiento.
Los organizadores presentan esta manifestación como "el mayor movimiento que viene de la base" a favor de la lucha contra el cambio climático.
"Su objetivo es despertar conciencia en la protección del medioambiente y la fauna salvaje", explicó Dermot OGorman, un responsable para Australia de la organización de protección de la naturaleza WWF, que coordina el evento a través del mundo.
El estadio olímpico de Pekín o las pirámides de Egipto se unieron también a la campaña.
La Hora del Planeta "llega en un momento en que la población y la Tierra se hallan bajo presión. El cambio climático va más rápido que nosotros. Sus consecuencias son inquietantes", explicó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, mediante un video colgado en Twitter.
La movilización se focaliza este año en los efectos del cambio climático sobre la biodiversidad y las especies animales o vegetales.
"Más de la mitad de las especies animales o vegetales están amenazadas de extinción en algunas regiones naturalmente más ricas en biodiversidad si seguimos así", advirtió O‘Gorman.
Por más simbólica que sea, esta campaña anual permitió en el pasado algunos éxitos, como la prohibición del uso de plástico en las islas Galápagos o la plantación de 17 millones de árboles en Kazajistán.
"Estamos perdiendo no solamente nuestro combate contra el cambio climático, sino también nuestro combate contra el declive de la biodiversidad", declaró el presidente francés, Emmanuel Macron, en un mensaje audio en inglés colgado en Twitter para alentar el compromiso con la campaña.