Testimonios locales sobre el escándalo con los menores en Independiente
“Después del miércoles a la noche, donde saltó todo, no entrenó más con nosotros”, dijo el juvenil Lucas Abadié, ex Villa Mitre, sobre el sospechado.
El escándalo que sacudió esta semana al Club Independiente, por una denuncia realizada desde la institución contra un jugador de las divisiones inferiores del club, al que señalan de ser el nexo entre algunos chicos de la pensión del Rojo y una red de prostitución, sigue cargado de incertidumbre y conmoción, no sólo en el mundo del fútbol.
Esta denuncia nace a raíz de que un joven, que actualmente se encuentra en la cantera de Independiente, rompió en llanto ante un psicólogo del club, alegando que tanto él, como 20 jugadores más, eran obligados a prostituirse por el acusado, de 19 años, que integraba el plantel de la cuarta, aunque se encontraba lesionado y a punto de rescindir contrato.
Tres chicos oriundos de Bahía Blanca, surgidos en Villa Mitre, militan en las inferiores del club de Avellaneda.
Lucas Abadié, volante categoría '99, llegó en 2015 al Rojo, y el año pasado integró el plantel de Reserva.
El mediocampista, que vivió en la pensión del club hasta fines del año pasado (se mudó a un departamento, para mayor comodidad), aseguró que "como no esta- mos más ahí, no sabíamos nada; nos enteramos por la tele".
Sobre el denunciado, Lucas aseveró que “vino en 2016, cuando estaba en 6ª. No tuvimos mucho trato porque parecía ser callado. Después del miércoles a la noche, donde saltó todo, no entrenó más con nosotros”.
Otro de los que se encuen-
“Vino en 2016, cuando estaba en 6ª división. No tuvimos mucho trato porque parecía ser callado”, comentó el bahiense Lucas Abadié.
tra en el ojo de la tormenta, señalado como pieza clave en la red de trata, es el colegiado Martín Bustos, quien ayer fue detenido en General Pacheco por efectivos bonaerenses.
“Con el árbitro no tuvimos trato. Tal vez me ha dirigido, pero no lo recuerdo”, dijo Abadié.
Sobre su experiencia en la pensión, Lucas expresó: “teníamos confianza, nunca nos pasó algo raro”.
“El cuerpo técnico, como en todas las categorías, nos juntó a cada plantel y nos dijo que había que trabajar con tranquilidad, nos recomendaron que tratemos de no darle espacio a otras personas por el bien de nosotros y que tampoco opinemos sobre lo que está sucediendo, ya que es un tema muy complejo”.
Tanto él como los otros 2 juveniles coincidieron en que sus familiares y allegados mostraron gran preocupación por lo trascendido, pero que tanto ellos, como los encargados del club, despejaron las dudas y llevaron rápidamente tranquilidad a sus círculos cercanos.
La pelota seguirá rodando en Villa Domínico y muchos jóvenes continuarán en busca de sus sueños de jugar en Primera vistiendo los colores del Rojo. Para otros, el anhelo más grande, será ver que paguen quienes los forzaron a participar de esta terrible red de pervertidos.