“Lo tuyo es estrés”
--Buenoooooo… acá miro tus análisis, tu ergometría… ¿cuántos cigarrillos fumás?... ¿3 por día…? Bueeeee. Evidentemente lo tuyo es el estrés, hay que bajarlo, eh. --… --Y metele actividad físi- ca. --Ok. ¿Eso? --Eso. --¿Cuándo la veo? --En un mes. Pero antes de venir te hacés análisis de sangre, orina, electrocardiograma, ergometría… bla, bla, bla… Y seguís con la misma medicación.
Antes de salir del consultorio mi cabeza ya empieza a rodar. Todo eso que tengo que hacer significa autorizaciones, pedir turnos en telé- fonos que nadie atiende, ver en qué lugar no me cobran un plus, recorrer farmacias en las que la respuesta siempre es la misma “ah, no lo tenemos, pero te lo podemos pedir para 2055. Viste, ahora no están entregando”, ver a cuánto queda de mi casa cada uno de esos lugarcitos a los que tengo que ir, ver si esos estudios me los pueden hacer antes de que mi doctora me vuelva a atender… además de que lo diario sigue estando ahí ¿no?
--Evidentemente lo tuyo es el estrés, hay que bajarlo, eh.