El 85 % del cerebro humano se desarrolla durante los primeros 3 años de vida.
“Todo lo que se haga en este período es una inversión para toda la vida”, manifestó uno de los especialistas reunidos en un reciente simposio de Pediatría.
Con la presencia de más de cuatrocientos pediatras de Argentina y Bolivia, se llevó a cabo el I Simposio Mead Johnson de Actualización de Nutrición Infantil, donde destacados especialistas a nivel mundial como el doctor Jon Vanderhoof, el doctor Colin Rudolph, el doctor Berthold Koletzko y la doctora Iris Schapira expusieron sobre las últimas novedades en materia de nutrición infantil.
Colin Rudolph, profesor de Pediatría Clínica en la Universidad de California en San Francisco, se refirió a la Membrana del Glóbulo de Grasa de Leche (MFGM), la cual contiene biocomponentes presentes en la leche materna que favorecen el desarrollo mental y refuerzan el sistema inmune de los niños.
Los avances recientes en la tecnología han permitido la adición de la MFGM a las fórmulas infantiles logrando importantes beneficios para la cognición y el comportamiento”, aseguró Rudolph.
En este marco, Iris Schapira, directora de la carrera de Especialización en Desarrollo Infantil de la Facultad de Medicina de la UBA, destacó la importancia de la observación y evaluación del desarrollo integral del niño en la consulta pediátrica, tenien- do en cuenta el significado del concepto actual de Desarrollo y sus áreas de observación (motriz, social, cognitiva y de comunicación):
“Existen diferentes métodos de evaluación, aunque nosotros hemos adoptado el Instrumento de Observación de Desarrollo Infantil (IODI), como el más indicado para la práctica clínica”, sostuvo y continuó: “Es muy importante realizar estudios que nos den cifras reales sobre la situación en la que se encuentran nuestros bebés y obtener una detección temprana y oportuna de los trastornos que pudieran tener.
El tema pasa, luego, por tener dónde derivar a los niños con dificultades y encontrar el tratamiento adecuado”.
Incidencia ambiental
Por su parte, Jon Vanderhoof, profesor Emérito de Pediatría en la Universidad de Nebraska y profesor de gastroenterología en el Hospital de niños de Boston, Universidad de Harvard, explicó la incidencia de los factores ambientales (alimentación, microorganismos, intervenciones médicas, etc) y su impacto en el ser humano favoreciendo o disminuyendo la posibilidad de adquirir alergias, en muchos casos, relacionadas con el consumo temprano de la leche de vaca.
“Hay una epidemia de alergias en el mundo, lo que requiere de una evaluación clínica cuidadosa para un diagnóstico preciso”, aseguró Vanderhoof.
“La alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) es un trastorno de origen inmunológico que afecta hasta un 7,5% de los lactantes a nivel mundial y se diagnostica aproximadamente entre los 6 y 12 meses de vida", mencionó.
En este punto, el objetivo fundamental es identificar el tratamiento más efectivo para adquirir mayor tolerancia en el menor tiempo posible.
Los probióticos, específicamente Lactobacillus GG (LGG), pueden ser útiles para reducir la inflamación e inducir tolerancia a la proteína de la leche a una edad más temprana.”, concluyó.
Por último, Berthold Koletzko, director de la División de Medicina Metabólica y Nutricional en el Hospital de niños Dr. Von Hauner, de la Universidad del Centro Médico de Múnich y editor de las Últimas Guías en el Manejo Nutricional del Recién Nacido Prematuro, expuso sobre los diferentes grados de incidencia de prematurez y su alimentación de acuerdo al peso o patologías que estos niños pudieran tener.
“Se debe tomar conciencia que no todos los casos son iguales y deberán recibir la alimentación adecuada a sus requerimientos en la internación y el alta de la maternidad", puntualizó.
En los últimos años, las guías de la alimentación de prematuros han tenido cambios notorios, señaló.
En el cierre del Simposio, Jorge Higuera, director Médico Regional para Latinoamérica de Mead Johnson, recordó a los presentes que la nutrición es un factor muy importante para el desarrollo mental de los niños ya que en los primeros 3 años de vida se desarrolla el 85% del cerebro.
"Todo lo que se haga en este período es una inversión para toda la vida”, manifestó.
Datos de la OMS
Según la OMS, cada año más de 200 millones de niños menores de cinco años de edad fallan en alcanzar su máximo desarrollo cognitivo y social y " muchos problemas que sufren los adultos, como problemas de salud mental, obesidad, cardiopatías y deficiente alfabetización pueden tener su origen en la primera infancia", advierte. Si un menor no desarrolla todo el potencial que puede antes de los 5 años, es probable que fracase en sus estudios y esté condenado a una una vida de pobreza.