Se estrenó “Aterrados”, cine argentino de terror
“Me parecía que se necesitaba volver a hacer películas como Poltergeist o El impostor”, dice el creador Demián Rugna. Está en las salas bahienses.
El cineasta Demián Rugna estrenó esta semana Aterrados, una película de terror sobre fantasmas y fenómenos paranormales, que narra la historia de varios casos de apariciones espectrales que afectan --al punto de llevarlos a la locura o a la muerte-- a los vecinos de una misma cuadra en los suburbios de la ciudad de Buenos Aires.
Se trata de un thriller psicológico donde el terror paranormal se mezcla con una investigación policial y científica que busca descubrir qué se esconde detrás de los hechos increíbles que tienen a mal traer vecinos e investigadores.
"Me gusta el subgénero de fantasmas y fenómenos paranormales porque puede darte muchas licencias y alternativas creativas" a la hora de llevarlo adelante, afir-
mó Rugna, que en su filme pone en juego extrañas apariciones y desapariciones, muertos que vuelven de sus tumbas, voces que se escuchan en los drenajes de agua, fantasmas amenazantes y otros fenómenos.
La nueva película del autor de ¡Malditos sean! (2011) y No sabés con quién estás ha
blando (2016) llegó a los cines después de participar de la Competencia Argentina del Festival de Mar del Plata e inaugurar el primer Festival de Cine Fantástico y Terror "Blood Window Pinamar".
Protagonizada por Maxi Ghione, Norberto Gonzalo, Elvira Onetto, George Lewis y Agustín Rittano, Aterrados es uno de los nuevos exponentes del cine de terror argentino, que está experimentando un crecimiento tanto en su aspecto técnico como en sus propuestas narrativas.
"La película está basada en un corto que hice en 2002, que pese a su precariedad técnica había gustado mucho. Creí que era momento de hacer algo paranormal, ya que en ese momento estaban muy de moda las películas de terror truculentas de tortura", afirmó el director.
Y añadió: "Me parecía que se necesitaba volver a hacer películas como Poltergeist o
El impostor, las cuales me marcaron mucho de chico. Y no me equivoqué, porque ese mismo año salió Activi
dad Paranormal (Oren Peli, 2007) y eso generó una nueva ola de este tipo de películas, como El Conjuro (James Wan, 2013), por ejemplo".
--¿Qué elementos pusiste en juego para traer al conurbano bonaerense esta histo-
ria fantástica sin caer en estereotipos del género?
--Verosimilitud, timming y amor a lo que hago. Mi cine está basado en historias que buscan horizontes originales pero a la vez piensa en el espectador, entonces los estereotipos están, el punto es no depender de ellos para contar una historia, sino saber utilizarlos. Que me digan "no caíste en estereotipos" es el mejor piropo, pero yo sé que sí he caído, aunque hago todo lo posible para que no te des cuenta.
--¿Hiciste alguna investigación previa sobre fenómenos paranormales?
--No, es una historia original mía, si bien por marketing hicimos correr la bola de que existió algún caso parecido. Solo me basé en las cientos de películas de terror que miraba desde los 8 años. Igual, al momento de rodar, nos asesoramos con un especialista para que cada elemento de arte que se viera no fuera mentira e incluso nos prestaron elementos reales que usan los cazafantasmas.
“Creí que era momento de hacer algo paranormal”, aseguró el autor de ¡Malditos
sean! (2011) y, más tarde, No sabés con quién estás hablando (2016).