Liga del Sur. El inicio de la 11ª fecha dejó a Villa Mitre como único líder de la Zona 2
El "Chino" anotó el primer gol del triunfo 2-0 de Villa Mitre ante La Armonía en el estadio de calle Don Bosco. Lleva 4 y todos los hizo en canchas ajenas.
En nuestra cancha voy a tener que hacer una brujería, porque no puedo hacer goles, jajaja. Igual no me desespero, ya van a venir".
Gastón Santillán, quien se despachó con un lindo cabezazo a los 15 minutos para destrabar el marcador --desborde y centro de Dietrich--, se mostró sorprendido por la efectividad que tiene en canchas ajenas, pero también empieza a proyectar un plan si se sigue dando que en El Fortín no puede mojar.
El "Chino" tuvo mucha participación en el juego ordenado del tricolor en el primer tiempo, donde fue superior a La Armonía y estableció lo que a la postre sería la diferencia definitiva: los 2 goles.
"El de Marcio (Antón) fue un golazo, pero lo más importante es que volvimos a ganar", señaló.
--¿Qué cambió en tu juego ahora que estás con (Daniel) Correa? --Juego en la posición que me gusta, donde lo hago desde que soy chico. Y también me ayudó mucho la pretemporada que hicimos con los jugadores del Federal A. --¿A qué se debe tu apodo de "Chino"?
--Cuando arranqué en Vi- lla Mitre, a los 11 años. Tenía un compañero que me decía que cuando me reía no se me veían los ojos. Y tiene razón, jaja.
"Es un amigo de la infancia (Emiliano Martínez), quien dejó el fútbol, pero se salió con la suya. Al principio no me gustaba, pero ahora, de grande, también me lo dicen en mi casa. Ya no puedo hacer nada", admitió.
Marcio Antón, a quién mencionó en la nota, precisamente, fue una de las figuras del partido, además de autor de una linda conquista: pase filtrado de Núñez, gambeta corta sobre Tieser y remate cruzado para el 2-0.
En el complemento el partido se aplacó luego de un arranque furioso de La Armonía --Tavoliere chocó con Kappes y pareció penal--, luego se lo perdieron en dos mano a mano Montenegro y Vidili, quienes se toparon la figura del "1" tricolor, y no mucho más.
En realidad sí: el juego brusco de Cocciarini para ganarse una roja directa por un patadón a Harnst y doble amarilla a Vidili que dejó al local con 9 --ya había hecho los cambios antes de la lesión de Hanst-- y sin chances.