La hipoacusia no le impide a Juan Manuel Gómez manejar un midget
Juan Manuel Gómez es hipoacúsico, pero no lo afecta en absoluto como piloto. Hoy estará en la segunda fecha.
La incapacidad no siempre consiste en la ausencia de alguno de los cinco sentidos humanos. De hecho existe una fuerza interna capaz de superar muchos de los obstáculos que se interponen en el camino de la vida: la voluntad.
En consecuencia, estamos obligados a preguntarnos: ¿qué es un impedimento? Para determinarlo será conveniente un particular análisis del caso a tratar.
La hipoacusia que afecta de nacimiento al medanense Juan Manuel Gómez, hasta el momento no representó ningún tipo de impedimento en las distintas esferas de la vida.
"Ahora no me afecta en nada. Tal vez cuando era chico, un poco sí; pero después de los 20 años, no tuve problemas en relacionarme más con las personas", contó Juan, uno de los 19 pilotos debutantes que presenta el campeonato invernal de Midget 2018.
"Soy sordo, pero no mudo. Muchos dicen que no podemos hablar, pero en realidad sí lo hacemos. Pronunciamos mal las palabras, pero podemos hablar. Tengo una vida normal, trabajo en el taller municipal de Médanos, tengo familia y vivo una vida normal", aclaró.
Casado con Tamara Enríquez y padre de Mía (2 años), Juanma mostró desde pequeño su afinidad hacia los fierros y la velocidad. Como no podía ser de otra forma, el primer “vehículo” se trató de una modesta bicicleta, con la que recorrió las calles del barrio emulando todo tipo de carreras automovilísticas...
A los 13 años, gracias al apoyo incondicional de su familia y los Mancini (ver aparte) se dio el gusto de subirse a un karting y competir con buen pasaje durante un par de años en el circuito de tierra medanense.
La ambición creció y la ansiada posibilidad ¡llegó!
"Un día, mirando una página de internet -contó-, encontré en venta el Midget que corría Joaquín Molina. Enseguida lo contacté y se lo compré. Hacía 9 años que quería correr y nunca se daba". —¿Cuánto tuvo que ver la familia Mancini en esto?
—Me ayudaron desde el primer día que compré el auto. Antes era mecánico de ellos, y ayudaba siempre en lo que hiciera falta. Por suerte, ahora ellos me dan una mano con consejos, elementos, el motor y lo que haga falta; es una ayuda mutua. Otro que también me ayuda con algunas cosas es Luciano Franchi.
—¿Qué recordás de tu época de karting? ¿Creés que te ayudará a adaptarte en Midget?
—Recuerdo que las carreras eran super entretenidas, que había mucha gente apoyándonos, y hasta tenía hinchada. Gané 7 finales en los 3 años que corrí. Aprendí bastante y no me costó mucho agarrarle la mano. Creo que me va a ayudar mucho todo lo que aprendí en Karting. —¿Te afecta la hipoacusia a la hora de manejar?
—No, en nada. Voy muy atento a la pista y al acelerador. También estoy atento a la forma en que derrapa el midget. Tengo un poco de resto auditivo, y alcanzo a escuchar el limitador del auto.
Pasó el debut
Los inconvenientes padecidos en la suspensión, du- rante la primera semifinal del Grupo B, disputada el pasado 6 de mayo, no opacó en absoluto la primera experiencia de Juanma arriba de un midget.
"El debut lo viví tranquilo, con mucha felicidad por cumplir el sueño que anhelaba de hacía tanto. Es hermoso estar ahí adentro, ves todo de otra forma", detalló. —¿Le apuntás a algún ob-
jetivo en particular?
—Por ahora, en estas primeras carreras, lo único que quiero es divertirme, practicar y aprender. Pero, en unos años más, voy a tratar de llegar lo más alto posible y de pelear cosas importantes.
El tiempo dirá qué sucederá en el plano deportivo. Pero, en la vida, Juan Manuel Gómez gana diariamente, predicando con el ejemplo...
“El debut lo viví tranquilo, con mucha felicidad por cumplir el sueño que anhelaba de hacía tanto. Es hermoso estar ahí adentro”.