La Nueva Domingo

Cumple 110 años el Brighton, un bar detenido en el tiempo

Ubicado en calle Sarmiento, nació como una sastrería en 1908 y pasaron por sus mesas desde expresiden­tes hasta los reyes de España.

- Solange Levinton

Muebles de madera maciza, cristalerí­a suntuosa, luminaria de época y un piano negro de cola son parte del inventario de The New Brighton, el bar-restaurant­e nacido como sastrería en 1908 donde fueron atendidos desde ex presidente­s hasta los reyes de España, que permanece detenido en el tiempo y ajeno a las corridas del microcentr­o porteño.

A pocos metros de los bancos, los negocios de ropa, las oficinas y la marea de peatones que caminan robóticame­nte por la calle Florida; embutido en el hall de un edificio de época, detrás de una puerta de doble hoja de madera, bronce y vidrio está The New Brighton, una fracción del pasado anclado en Sarmiento 645.

"La primera vez que entré me impactó tanto que me asusté", dice Graciela Ziegler, encargada del salón desde 2007.

"Hace 11 años que trabajo acá y la expresión de cada persona que entra es de asombro porque ya no quedan lugares como este", explicó.

En efecto, por los muebles de roble macizo, la estantería y luminaria de época, la boiserie, los biselados y la gran vidriera en la fachada no es difícil imaginar que hace 110 años -cuando Sarmiento se llamaba Cuyo- el local era una de las sastrerías más exclusivas de la Ciudad -The Brighton-, por donde los clientes caminaban luciendo sombreros y trajes.

Fue después, entre 1978 y 2002, que mutó en Clark's, el restaurant­e que irrumpió en el circuito gastronómi­co porteño con su majestuosa barra de cedro con columnas rematadas por capiteles corintios de bronce ornamentad­os por tres plumas de avestruz talladas, obsequio del Príncipe de Gales.

"En 1925 Eduardo de Windsor visitó el local y como reconocimi­ento por el excelente servicio de sastrería le regaló al dueño de la boutique dos esculturas que representa­n el emblema de Gales", dice Graciela con un dejo de orgullo mientras detrás suyo pasan dos empleados de un frigorífic­o cargando corderos.

Después de estar cerrado cinco años, en 2007, el empresario español Fermín González decidió recuperar The Brighton continuand­o la raíz gastronómi­ca inaugurada por Clark's.

Aldo Echarri tiene 70 años y el orgullo de ser "el último barman de la vieja escuela de coctelería". Comenzó su ca- rrera en La Biela, después trabajó los 25 años que duró Clark's y luego fue convocado para The New Brighton.

"En Clark's la gente se vestía con traje, venía a almorzar y después de las 6 de la tarde las barras se llenaban hasta las dos de la mañana, y como se podía fumar adentro esto era una niebla tremenda", recordó Echarri a Télam.

Entre los comensales célebres que pasaron por Clark's aparecen los reyes de España en la década del '80, el secretario de Estado norteameri­cano Henry Kissinger -quien le habría halagado su modo de preparar el Negroni- y embajadore­s de muchos países.

"La señora (Amalia) Fortabat venía a almorzar y pedía margarita. Un día me llamó y me dijo: 'Barman, ¿cómo lo prepara? En ningún lugar del mundo lo puedo tomar como lo hace usted?'", dijo Echarri quien está escribiend­o un libro sobre la vieja escuela de coctelería.

"Por acá pasaron todos los presidente­s de la Argentina. El lugar abrió en plena dictadura y, menos (el dictador) Jorge Rafael Videla, vinieron todos. Y también recuerdo una larga reunión entre (el ex presidente) Carlos Saúl Menem y (el dictador chileno) Augusto Pinochet en una mesa privada de la planta baja".

A mediados de 2018, un siglo después de su construcci­ón, The New Brighton permanece como un oasis de esplendor de la belle époque en medio de la mayor concentrac­ión de edificios administra­tivos y de oficinas de la ciudad.

"Los mediodías hay más almuerzos de negocios, vienen de las compañías de seguros, de los bancos, pero a la noche son turistas o gente que viene a tomar un trago", cuenta Graciela sobre el público del lugar que hoy está empotrado entre un local de Pago Fácil y una dependenci­a de PAMI.

Respecto a la carta, detalla que esta "conserva el estilo de la cocina internacio­nal de Clark's" e, incluso, platos elaborados que permanecen desde aquella época: el Lomo Brighton o la Trucha Brighton eran platos típicos del restaurant, igual que los champignon­es rellenos o el caracú acompañado con salsa bordalesa.

Echarri, sin embargo, destaca la presencia del público joven que se acerca hasta el microcentr­o para probar sus clásicos: "A tomar tragos con almíbar vas a Palermo Soho, pero acá vas a probar el mejor Old Fashion, Negroni, Manhattan o Pisco Sour".

A tomar tragos con almíbar vas a Palermo Soho, pero acá vas a probar el mejor Old Fashion, Negroni, Manhattan o Pisco Sour.

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madera maciza, cristalerí­a suntuosa, luminaria de época, el New Brighton es un lujo de otra época. Muebles de
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TÉLAM Costosos vitraux y máquinas de café antiguas y ostentosas. El Brighton tiene todos los atractivos intactos.

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