Francia expuso las falencias colectivas de Argentina
Se viene el recambio de figuras que no pudieron abrazarse a la gloria. "Les deseo a todos los chicos que sigan, que puedan lograr lo que uno no pudo", dijo Mascherano.
Es hora de decir adiós. Les deseo a todos los chicos que sigan, que puedan lograr lo que uno no pudo y alentaré desde afuera".
Apesadumbrado, con dolor, Javier Mascherano se despidió de la Selección minutos después del pitazo final en Kazán, y tras la eliminación del equipo argentino en los octavos de final del Mundial de Rusia. El 4-3 ante Francia dejó al futbolista de 34 años al borde del llanto.
"De eso se trata la vida: de insistir", agregó.
La Selección intentó mantener la idea de juego durante algunos pasajes del partido, pero el corazón y las ganas no le alcanzaron ante una Francia que llegó al Mundial como uno de los candidatos a quedarse con el título y lo ratificó en el salto de jerarquía de un enorme Kylian Mbappé.
La albiceleste logró reponerse al rápido gol en contra de Antoine Griezmann, dio vuelta el resultado, pero careció de resto físico, inteligencia y juego.
Ni la capacidad de Lionel Messi, ni el esfuerzo realizado en el primer tiempo fueron suficientes para poder detener a un Mbappé desequilibrante en cada jugada, apoyado por un equipo ordenado, en donde cada uno cumple su función.
Argentina no perdió el Mundial solo ante Francia, sino -y sobre todo- por el mal juego desplegado ante Islandia y el hecho de haber sido segunda en el grupo, porque le tocó el camino más espinoso y se terminó pinchando mortalmente.
En el inicio manejó el balón pero en menos de un cuarto de hora fue Francia la que llevó más peligro, con una escapada de Mbappé, un tiro libre en el travesaño de Antoine Griezmann y el penal que Marcos Rojo le cometió al delantero de PSG.
Con el 1-0 abajo, Argentina no modificó mucho su estructura. El 4-4-2, y Messi expectante, pero claro, sin ningún "9" de referencia.
El zapatazo de Di María fue una jugada aislada, aunque nos devolvió la confianza.
Para el complemento, Fe- derico Fazio reemplazó al amonestado Rojo y con eso mantuvo altura para el juego aéreo, pero el cambio no logró el efecto deseado.
Sin embargo, una pelota parada, un remate débil de Messi y el desvío en Mercado -con bastante fortuna- ofició de factor psicológico con un 2-1 impensado.
Tras el gol del ex River, Argentina se retrasó, le entregó el balón a Francia y se sabe que este equipo de Deschamps tiene recursos de sobra y en un desborde de Hernández llegó el centro que pasó a todos y Pavard la agarró de volea para poner el 2-2.
N'Golo Kanté se adueñó del medio, Banega perdió su duelo con Pogba, y ahí Francia se hizo dueña del partido.
Mbappé encontró un balón perdido en el área y con un zurdazo que dejó sin chances a Armani firmó el 3-2.
El cuarto gol sepultó cualquier esperanza albiceleste porque llegó de una exquisita jugada colectiva que partió en los pies de Llois y tras un par de toques de primera, Mbappé quedó nuevamente solo ante Armani, al que sentenció sin contemplaciones.
Desde ahí todo fue más corazón que fútbol. El tanto del Kun Agüero fue más de un empuje obligado que una causalidad del juego.
Pasó un cuarto de siglo desde el último título de la Selección: Copa América de 1993. Serán 26 años si logra ganar la de 2019 en Brasil.