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Cuatro meses antes del Mayo francés, un rebelde nacía en Buenos Aires. Su área de inf luencia iba a ser la música y de sus dos nombres, solo uno iba a cobrar notoriedad. Andrés Ciro Martínez lleva en la sangre la desfachatez casi como un guiño del destino. “En Los Piojos hacía varias cosas a la vez: no solo era el principal compositor de la mayoría de las canciones, sino que hasta me ocupaba de las escenograf ías para los

shows. Eran muchas ocupaciones; con Los Persas estoy más tranquilo”, confesó sobre el cambio de rol... pero no de intensidad laboral, ya que sus 50 años lo encuentran en plena actividad. Ciro encara una gira nacional para presentar Naranja Persa

2, su último álbum. El tour, que incluye destinos como La Pampa, Neuquén, Chubut, Córdoba, Santa Fe, La Rioja, Tucumán, Mendoza y Bahía Blanca, finalizará en el estadio de River Plate. En ese escenario, una suerte de con- sagración para cantantes y bandas, Ciro ya brilló ante 60.000 personas en lo que f ue su despedida de Los Piojos. El 15 de diciembre será el debut con sus nuevos compañeros. Previamente, cruzará la cordillera de los Andes para actuar en la tierra de Pablo Neruda, en lo que será la edición trasandina del Cosquín Rock. Los chilenos esperan una verdadera revolución, aunque él ya avisó: “No soy una de esas personas que te animan la fiesta”. ¿Habrá que creerle?