Cómo será la operatividad del Banco tras el incendio
El gerente local Ezequiel Ball aseguró que mañana y el martes los clientes de la sucursal serán derivados a las entidades de Villa Mitre (Falucho 185) y Don Bosco 1285.
Momentos de desazón y desconcierto se vivieron ayer por la mañana en inmediaciones de la Plaza Rivadavia, donde autoridades y empleados de la sucursal del Banco Nación observaban como el edificio donde desarrollan sus actividades se iba consumiendo por el fuego.
No obstante, rápidamente desde la sede central de Buenos Aires, Javier González Fraga, presidente de la entidad, aseguró “que se va a poner todo para reconstruirlo”.
Al mismo tiempo, el gerente zonal Ezequiel Ball llevó tranquilidad a los clientes y aseguró que los documentos importantes y los bienes estaban a salvo en el Tesoro de la institución, aunque tardarán días en acceder a ellos. También enfatizó que el siniestro fue accidental.
Ball aseguró que mañana y el martes los clientes de la sucursal serán derivados a las entidades de Villa Mitre (Falucho 185) y Don Bosco 1285.
También Néstor Barral, titular de La Bancaria y empleado por más de 5 décadas en la sucursal incendiada ayer, se mostró compungido por el hecho y señaló que “si bien hay muchas especulaciones sobre qué pasó, espe- ramos las pericias de los bomberos para tener una opinión exacta. Por comentarios escuchamos que fue un problema de la caldera”.
“Los daños son tremendos porque se prendió fuego toda la parte del último piso donde están las cúpulas y el archivo y se vino abajo todo el cielorraso y la estructura del centro que eran tan hermosos y por la temperatura terminó cayendo; el ascensor grande que era de manera y muy bonito también se prendió fuego. A eso hay que sumarle parte del primer piso y de la planta baja, como los mostradores, las cajas. La destrucción es bastante importante. Lo único que ha quedado es el Tesoro y las cajas de seguridad”.
Coincidiendo con Ball, el dirigente gremial señaló que “puede haber problema de agua o ahumamiento, aunque no hay problemas con la documentación importante y cajas de seguridad”.
Además, comentó que “se enviarán cajeros móviles desde Buenos Aires para ayudar a los cajeros fijos que están acá y la gente pueda obtener dinero”.
“Esta sucursal tiene aproximadamente unos 120 empleados y muchos de ellos vi- nieron a ver como el edificio se venía abajo. Obviamente, hay preocupación en cada uno de ellos para saber qué decisiones tomarán las autoridades”, agregó.
“Es un momento muy triste porque además es un edificio histórico, que no sé si podrá volver a ser como era", cerró Barral.
“Para todos los que componemos esta entidad es un golpe fuerte. En mi caso llevo 50 años en este edificio, que es para mi el patio de mi casa”, aseguró Barral.