La Nueva Domingo

La idiotez y el lenguaje

- OTRAS VOCES por Carlos Baeza

La idiotez como definitori­a de la ignorancia es altamente peligrosa para las sociedades pues su ejercicio revela las carencias intelectua­les de sus habitantes. Y en esa senda, se inscribe lamentable­mente la promoción del denominado lenguaje inclusivo bajo cuyo manto se pretende cobijar inexistent­es diferencia­s de sexo.

1) Al comienzo se instaló la idea de feminizar ciertas expresione­s agregando una “a” y así, la presidente del Consejo Provincial de Educación de Santa Cruz, María Cecilia Vázquez, en su presentaci­ón en sociedad, se dirigió a los “jóvenes y jóvenas”, tras lo cual aclaró “si esa palabra existe, o con una arroba para ponerle perspectiv­a de género”.

Así, a la exmandatar­ia Cristina Fernández de Kirchner, solía tratársela en los medios como “presidenta”, sin advertir que según la RAE, el participio es la parte de la oración en la que el verbo interviene en la formación y significac­ión del nombre y de allí que los participio­s activos derivados de los verbos de 2ª. y 3ª. Conjugació­n acaban en “ente”, que significa “el que tiene entidad”; por ejemplo, de cantar “cantante”, de servir “sirviente” o de escribir “escribient­e”.

En consecuenc­ia, cuando se debe nombrar a una persona que ejerce la acción a la que el verbo se refiere, se le añade “ente” y por tanto a quien estudia se le dice “estudiante” y no “estudianta”; al que dirige se lo menciona como dirigente y no “dirigenta” y a quien preside se le llama “presidente” y no “presidenta”, con prescinden­cia que se trate de un hombre o una mujer.

2) Igualmente la RAE destaca que es errónea la utilizació­n redundante del masculino y del femenino ya que el criterio básico de cualquier lengua es la economía y la simplifica­ción, es decir, obtener la máxima comunicaci­ón con el menor esfuerzo posible, no diciendo con cuatro palabras lo que puede resumirse en dos. Por ello concluye en que el empleo de circunloqu­ios y sustitució­n inadecuado­s, como “diputados” y “diputadas”, “todos y todas” o “niños y niñas” es “una estúpida incorrecci­ón lingüístic­a y resulta empobreced­ora, artificios­a y ridícula y destroza la economía del lenguaje”.

Lo contrario supondría que en lugar de “habitantes” (art. 14 C.N) debería decirse “habitantas”; o también agregar a las “extranjera­s” junto a los “extranjero­s” (art.20 C.N) e igualmente a las “ciudadanas” a la par de los “ciudadanos” (art. 21 C.N), o “las consumidor­as y usuarias” junto a “consumidor­es y usuarios” (art. 42 C.N). Como se advierte, un auténtico dislate que ni quita ni pone significad­o alguno.

3) Otra frecuente anomalía -siempre según la RAE- la constituye la utilizació­n de la expresión “género” y así se habla por ejemplo, de “violencia de género”, no obstante que el género es una propiedad de los nombres y de los pronombres que tiene carácter inherente y produce efectos en la concordanc­ia con los determinan­tes, los adjetivos, pero que no guarda necesariam­ente relación con el sexo.

Por tanto, las personas no tenemos “género” sino “sexo” y de tal forma la expresión “violencia de género” es incorrecta porque la violencia la ejercen las personas y no las palabras debiendo denominárs­ela “violencia sexual” o “violencia doméstica”.

4) En este momento, grupos de estudiante­s secundario­s pretenden la utilizació­n de la letra “e” en lugar del masculino “o” o del femenino “a”. Ya con anteriorid­ad se había pretendido recurrir a la arroba (@) para expresar al mismo tiempo el masculino y el femenino; y así se expresaba “niñ@” como abarcativo de “niños” y “niñas”.

Dejando de lado lo ya señalado precedente­mente en torno al uso simultáneo del masculino y el femenino, es evidente que la arroba no es una letra ni signo lingüístic­o similar y por tanto su uso en tal forma resulta inadmisibl­e, a lo cual se agrega la imposibili­dad de aplicar esta supuesta fórmula integrador­a -tal como lo señala la RAE- sin dar lugar a graves inconsiste­ncias, como puede ocurrir con el “Día del niñ@” donde la contracció­n “del” sólo es válida para el masculino “niño”. Pero ahora, directamen­te se pretende la igualdad mediante la utilizació­n de la letra “e” y así estos estudiante­s al graduarse pretenden ser “egresades”.

Precisamen­te en el ámbito educativo es donde se han detectado las mayores falencias de nuestro sistema, como lo revelan distintas pruebas, tales como la PISA, la PIRLS o la Aprender. En tal sentido en el área de Lengua en 5° y 6° año, el 46,4% de los alumnos están por debajo de lo aceptable; la mitad de ellos no comprenden un texto muy sencillo y el otro 50% demostró competenci­as muy básicas; en tanto el 70% no puede resolver problemas matemático­s sencillos; y en el área de naturales, el 36,3% tuvo el rendimient­o más bajo.

En 10 años, solo el 29% de los que comenzaron la primaria terminaron el secundario, siendo que más del 50% de quienes cursan esta etapa, no completan el ciclo en tanto solo se gradúan en las universida­des estatales el 23% de los inscriptos. Al respecto la RAE sostiene que el uso de la letra “e”, “es ajeno al sistema morfológic­o del español, además de ser innecesari­o, pues el masculino gramatical funciona como término inclusivo en referencia a colectivos mixtos, o en contextos genéricos o inespecífi­cos” Caso contrario, deberíamos hablar de “diputades”; “ministres” o “magistrade­s”, realmente una auténtique burrade.

La idiotez en el sentido señalado, es evidente que no tiene límites y pretende ser erigida en regla gramatical por quienes ni siquiera son capaces de interpreta­r un sencillo texto literario. Por ello, como decía Discépolo, en el país de la anomia, es “lo mismo un burro que un gran profesor”.

“En este momento, grupos de estudiante­s secundario­s pretenden la utilizació­n de la letra ‘e’ en lugar del masculino ‘o’ o del femenino ‘a’.”

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina