Creció 14 centímetros durante un verano

—¿Te hubiese gustado tener mayor participación en Primera?

—La verdad que sí. Pero teníamos un equipo bastante largo y era entendible que jugara poco. —¿Te identificás más con Villa Mitre o El Nacional?

—Je, je. Ahora con Villa Mitre, donde llevo tres años. Jugué 12 años en El Nacional, pero el último tiempito fue muy bueno en Villa Mitre. —¿Sos un tirador natural? —Creo que sí. —¿Desde siempre te gustó el aro?

—Cuando era más chico jugaba de base; era más bajo y tenía más dominio del balón. Y en el verano que pasé de Cadetes de primer año a segundo crecí unos 13 o 14 centímetros. —¿Este último tiempo trabajaste algo el físico? —Ya venía trabajando, porque en el club lo exigen.

—¿A esta altura te reconocen más por tu papá, por tu abuelo o por lo que hiciste hasta acá como jugador?

—Creo que un poco de las tres. Los que tienen mi edad, por mí; los más grandes, por mi viejo y los adultos, por mi abuelo.

—Aunque, seguramente, con los libres de la final quedaste identificado.

—Sí, porque a partir de ahí dejé de ser "el hijo de" o "el nieto de"...

Ramiro Santiago continúa en carrera, ahora universitaria, buscando forjar su nombre propio.