Saenz y Molaro, semillas que darán buenos frutos
Los bahienses, de 19 y 15 años respectivamente, analizaron el 5° puesto obtenido recientemente en el Campeonato Mundial Juvenil de Softbol.
INTEGRARON LA SELECCIÓN NACIONAL
El crecimiento deportivo y la experiencia humana, por sobre el resultado, debería ser el lema universal en toda competición juvenil, sea cual fuere la disciplina de turno...
Más allá del lamento por no lograr avanzar más allá del 5° puesto en el Campeonato Mundial Juvenil de Softbol, disputado del 7 al 14 del corriente en Prince Albert (Canadá), los bahienses Matías Molaro y Nahuel Saenz, acertadamente trascienden el pensamiento hacia lo realmente valorable en la cuestión.
"La experiencia pasó muy rápido. Nos preparamos dos años en Paraná (Entre Ríos), viviendo muchas concentraciones para este campeonato. Así que los 15 días que duró pasaron volando. Pero más allá de eso, fue increíble tener contacto con gente de otros países que juegan a lo mismo que vos y que comparten la misma pasión. Una muy linda experiencia", sostuvo Molaro, de 19 años.
"Dejamos de lado muchas cosas típicas y comunes de nuestra edad, además de las fiestas y la familia, para estar bien entrenados, buscando el mejor nivel y cumplir este sueño", agregó.
Nahuel, por su parte, de jóvenes y frescos 15 años, no vivió tan intensamente la etapa preparatoria, pero aún así comparte la reflexión de su coterráneo.
"Para mí fue una experiencia muy buena. Es algo inolvidable que lamentablemente pasa pocas veces y se consume rápido. Traté de disfrutar cada momento y vivirlo con alegría. Nunca me imaginé que podía ser partícipe de algo así", apuntó.
La posibilidad se dio de casualidad.
"Vinieron a ver a un grupo de chicos a Bahía y me terminaron llamando. Después no hubo mucho que pensar", detalló Saenz. —¿Se les inculca algo más aparte de la competición propiamente dicha?
—Matías: nos decían que en estos torneos se busca una preparación en la formación del jugador para el seleccionado Mayor; y que ser campeón del mundo juvenil no es lo esencial, sino formar buenos jugadores.
—Nahuel: todo esto es experiencia pensando en lo que viene. En mi caso, la idea es volver a participar del Mundial Sub 18 en 2021, donde voy a estar más grande y más maduro. —¿Le faltó algo al equipo? —
Matías: nos faltó estar psicológicamente más metidos en el partido. No jugamos bien y el equipo tranquilamente estaba para salir campeón. Quedó la experiencia, pero nos vamos con el sabor amargo de no haber ganado el título.
—Nahuel: teníamos nivel para un poco más. Estábamos muy ansiosos antes de cada partido.
El éxito no circunscribe al mero resultado, sino a lo que Matías y Nahuel destacan como riqueza personal.