Mujeres longevas: los 100 años de La Negrita
Lo lleva en la sangre: su mamá vivió hasta los 98 años y, sus tías, hasta los 99 y 95. Celebró con familiares y amigos en el Hogar Domingo Goñi.
La Negrita, como llaman a Blanca Goñi, vecina de Coronel Suárez que acaba de cumplir 100 años, siempre gozó de buena salud. No hizo deportes, ni se cuidó en las comidas.
“Se crió así nomás, simplemente como se criaba la gente en el campo”, cuenta su prima, Arminda Goñi, de 89 años y muy cercana a ella, desde la infancia y hasta la actualidad.
“Tiene un carácter envidiable. No se preocupa por nada. Cada vez que le pasaba algo ella decía: Y bueno...ya se va a arreglar. Y sigue igual”.
“Siempre se llevó bien con todo el mundo. No fue problemática con la familia ni con nadie. Si algo no le gustaba, lo dejaba pasar y seguía adelante”, contó.
Blanca nació el 4 de julio de 1918 en La Colina, un pequeño pueblo de la localidad de General La Madrid distante 37 kilómetros de Coronel Suárez.
En su juventud se casó con un arriero y vivió varios años en el campo. Luego, cuando su único hijo creció, se mudó a Coronel Suárez para que él pudiera estudiar. Y, más tarde se mudó con su esposo a una quinta cercana a las colonias alemanas, propiedad de un médico.
Allí enviudó y decidió quedarse hasta los 92 años. Entonces se fue a vivir al Hogar Domingo Goñi, su actual residencia.
Su principal esmero lo puso en la crianza de su hijo, en llevar adelante su hogar y, sobre todo, en cuidar el jardín, para que diera flores todo el año.
“Siempre le gustaron las plantas pero el último tiem- po no se podía dedicar. En la quinta tenía cuatro o cinco gallinitas pero no las comía, solo las alimentaba”, contó Arminda.
“Jamás tomó medicamentos. Tuvo una operación de vesícula en toda su vida”
Nora González, hija de Arminda, y quien más la visita asiduamente en el Hogar, también la describió.
“A ella no le gusta dar problemas, no se queja de nada y por eso la quiere todo el mundo”, contó.
Si bien las claves de la longevidad siguen siendo estudiadas por la ciencia nadie duda que la genética juega un rol esencial.
En este sentido, Blanca Goñi es una privilegiada. Su mamá vivió hasta los 98 años y sus tías vivieron hasta los 95 y 99 años.
Su hijo, hoy de 75 años, tuvo un problema de salud y vive con ella en el Hogar.
“Blanca está de lo mejor, muy lúcida. Nos reconoce a todos y si alguien no la visita enseguida pregunta”, dijo Nora.
“A ella nunca le gustaron los cumpleaños pero para el festejo de los 100 años estaba re contenta", dijo su prima.